jueves, 31 de diciembre de 2009

La Argentina insolente

Cuando era niño, en casa me enseñaron a honrar dos reglas sagradas:
Regla N° 1: En esta casa las reglas no se discuten.
Regla N° 2: En esta casa se debe respetar a papá y mamá.
Y estas reglas se cumplían en ese estricto orden.
Usted probablemente dirá que ya desde chiquito yo era un pequeño fascista, pero acépteme esto: era muy aliviado saber que uno tenía reglas que respetar. Las reglas me contenían, me ordenaban y me protegían. Me contenían al darme un horizonte para que mi mirada no se perdiera en la nada, me protegían porque podía apoyarme en ellas dado que eran sólidas.. Y me ordenaban porque es bueno saber a qué atenerse.
Las reglas a cumplir eran fáciles, claras, memorables y tan reales y consistentes como eran “lavarse las manos antes de sentarse a la mesa” o “escuchar cuando los mayores hablan”. Había otro detalle, las mismas personas que me imponían las reglas eran las mismas que las cumplían a rajatabla y se encargaban de que todos los de la casa las cumplieran. No había diferencias. Éramos todos iguales ante la Sagrada Ley Casera.
Sin embargo, y no lo dude, muchas veces desafié “las reglas” mediante el sano y excitante proceso de la “travesura” que me permitía acercarme al borde del universo familiar y conocer exactamente los límites. La travesura y el castigo pertenecían a un mismo sabio proceso que me permitía mantener intacta mi salud mental. No había culpables sin castigo y no había castigo sin culpables. No me diga, uno así vive en un mundo predecible. A tal travesura tal castigo. Nunca me amenazaron con algo que no estuvieran dispuestos y preparados a cumplir.
En mi casa no había impunidad. En mi casa había justicia, justicia simple, clara, e inmediata. Pero también había piedad. Le explicaré: Justicia, porque “el que las hace las paga”. Piedad, porque uno cumplía la condena estipulada y era dispensado, y su dignidad quedaba intacta y en pie. Al rincón, por tanto tiempo, y listo... Y ni un minuto más, y ni un minuto menos. Por otra parte, uno tenía la convicción de que sería atrapado tarde o temprano, así que había que pensar muy bien antes de sacar los pies del plato. Las reglas eran claras. Los castigos eran claros.
En mi casa había una “Tercera Regla” no escrita y, como todas las reglas no escrita, tenía la fuerza de un precepto sagrado. Esta fue la regla de oro que presidía el comportamiento de mi casa:
Regla N° 3: No sea insolente. Si rompió la regla, acéptelo, hágase responsable, y haga lo que necesita ser hecho para poner las cosas en su lugar.
Ésta es la regla que fue demolida en la sociedad en la que vivo. Eso es lo que nos arruinó. La INSOLENCIA. Usted puede romper una regla -es su riesgo- pero si alguien le llama la atención o es atrapado, no sea arrogante e insolente, tenga el coraje de aceptarlo y hacerse responsable. Pisar el césped, cruzar por la mitad de la cuadra, pasar semáforos en rojo, tirar papeles al piso, tratar de pisar a los peatones, todas son travesuras que se pueden enmendar... a no ser que uno viva en una sociedad plagada de insolentes. La insolencia de romper la regla, sentirse un vivo, e insultar, ultrajar y denigrar al que responsablemente intenta advertirle o hacerla respetar. Así no hay remedio.
El mal argentino es la insolencia. La insolencia está compuesta de petulancia, descaro y desvergüenza. Yo creo que la insolencia colectiva tiene un solo antídoto, la responsabilidad individual.

Dr. Mario Rosen

Comentarios

Señor Juan: Lo felicito por su página. La leo desde hace un año y creo que comparto la misma angustia que usted. Me decidí a escribir estas palabras.
Mariano Bringas

Muchas gracias. Un cordial saludo.

viernes, 23 de octubre de 2009

Dice el diario Clarín. II

"El 95% del desarrollo urbanístico y de infraestructura política, sanitaria, municipal y social se llevaba a cabo en las proximidades de la estación de Monte Grande, relegando al olvido a todo lo que estuviera más allá de la Ruta 52/54 y la Avenida Jorge Newbery", cuenta el historiador local, Juan Carlos Ramírez, y agrega que "fue ese olvido que sentían los habitantes de esta región lo que llevó a gestar la idea de conformar un Municipio autónomo", cierra.

Por: Rafael Roa. Clarín Zonal (22/10/2009)

jueves, 22 de octubre de 2009

Transposición didáctica de Chevallard

Con el concepto de transposición didáctica, Verret y Chevallard buscaron esclarecer una pregunta polémica:¿qué distancia hay entre aquello que el sistema didáctico coloca bajo el título de saber y el saber de los matemáticos (denominado por Chevallard como “sabio”)? La pertinencia de esta pregunta es explicada por el mismo Chevallard, quien sostiene que un determinado elemento del saber (sabio) debe sufrir adaptaciones y transformaciones para convertirse en una versión didáctica del mismo. Es decir, el objeto de saber se transforma para convertirse en objeto a enseñar. Incluso, luego de su designación como objeto a enseñar, continúa la transposición de éste, ahora como objeto de enseñanza, para luego convertirse en objeto enseñado.
Se produce entonces un saber separado de los orígenes históricos, de la red de problemáticas, de las necesidades y de los usos donde halla su sentido, en la esfera del saber sabio, para convertirse en un saber enseñado, descontextualizado, despersonalizado y a-histórico.
En este sentido, tanto Brousseau como el mismo Chavallard coinciden en que la forma como estos procesos de adaptación y transformación de objetos saber a objetos de enseñanza debe ser sometida a una estricta vigilancia, denominada “vigilancia epistemológica”. El realizar esta vigilancia permite a la Didáctica de las Matemáticas constituir un ámbito de estudio propio, pues para Chevallard esta disciplina, si quiere considerarse científica, requiere de un objeto con una existencia independiente y con un determinismo propio (no territorio de los voluntarismos humanos), ese objeto, para el autor, es de naturaleza tecno-cultural (inscrito en la historia) y está conformado por tres elementos fundamentales: docente, alumnos y un saber matemático. De esta manera, el sólo reconocimiento del proceso de transposición didáctica supone “resquebrajar su participación armoniosa en el funcionamiento didáctico”, y esto lleva al reconocimiento del fenómeno con un determinismo propio y libre de voluntarismos requerido, y además, le abre una amplia gama de líneas de investigación.
Cabe preguntarse, ¿por qué ocurre esta adaptación del saber sabio?, ¿por qué no se adopta éste directamente como objeto de enseñanza? Chevallard contesta estas preguntas explicando que el sistema didáctico es un sistema abierto, y como proyecto social que es, su supervivencia supone compatibilización con el medio, en el cual hay grupos diversos como los académicos, los padres y las instancias políticas.
Por otra parte, el sistema didáctico tiene una periferia donde se opera la interacción entre ese sistema y el entorno social: la noosfera. Esta instancia es donde se realiza la interacción del sistema didáctico y su entorno para lograr la compatibilidad, y está conformado por los que ocupan los puestos principales del funcionamiento didáctico (en tanto negocian soluciones, desarrollan negociaciones, analizan conflictos y exigencias sociales, y debaten ideas).
Para Chevallard la compatibilización del sistema con su entorno se logra cuando el saber enseñado es visto por los académicos como suficientemente cercano al saber sabio y por los padres como suficientemente alejado del saber banal.
De lo contrario, el saber enseñado puede alejarse del sabio al volverse obsoleto, dejado atrás por el avance tecnológico o científico; en este caso se reprocha al sistema por arcaísmo e inadecuación. O en otro extremo, el saber enseñado puede acercarse demasiado al saber banal, lo que puede desvalorizar la tarea de los docentes. Ante esta amenaza, la noosfera opta por una manipulación del saber, normalmente mediante una incorporación de nuevos contenidos, para lograr la compatibilización. Selecciona y transpone nuevos elementos del saber sabio para que sean aptos para ser “saberes a enseñar”. Y de esta forma restablece la compatibilidad con el entorno, dota a los docentes de un discurso explicativo de los conflictos y dificultades vigentes (nueva noseografía) y lograr la componibilidad del antiguo texto del saber con el nuevo, recién tomado del saber sabio.
A este proceso se le denomina transposición didáctica externa, en contraposición a la transposición didáctica interna que comienza cuando los nuevos “saberes a enseñar” son parte de los programas y adquieren “fuerza de ley”.
La transposición didáctica externa, es explicada por Chevallard en alguna medida, por medio del fenómeno “puesta en texto” del saber. Este ocurre por la exigencia de explicitación discursiva de los saberes a enseñar.
Para este autor, este proceso de textualización conduce a la delimitación de saberes parciales, presentando a cada uno con un discurso ficticiamente autónomo. Lo que produce una desincretización, proceso que introduce una diferenciación entre lo que pertenece al campo delimitado y lo que no se identifica como parte de tal. Además, diferencia aquello que es parte del texto, y que es su objeto de discurso (nociones matemáticas), de aquello que es parte necesaria del texto pero que no es su objetivo (nociones paramatemáticas). Usualmente, señala Chevallard, estos se sitúan como nociones anteriores, prerrequisitos que supuestamente deben haber sido adquiridos.
La puesta en texto, también, produce la descontextualización del saber; es decir, su desubicación de la red de problemáticas que le dan sentido. Además, la despersonalización, que consiste en la expulsión del sujeto de su creación, mediante la eliminación de su subjetividad en el saber que produce. Por otra parte, la textualización permite la publicidad del saber, y por ende al control social del aprendizaje. Además logra la programabilidad de la adquisición del saber, pues el texto tiene un principio, es progresivo, es secuencial, es irreversible, esto autoriza una didáctica cronoprogramada. Surge la ficción de un isomorfismo entre proceso de aprendizaje y texto del saber, en cuanto a su inicio, progresión, estructura y duración.
En cuanto a la transposición didáctica interna, Chevallard la explica en términos de obsolencia interna. Esta es un fenómeno que ocurre cuando el saber del alumno se acerca “demasiado” al saber del profesor; es decir, cuando ya el alumno logra el aprendizaje. Entonces la relación didáctica debe renovarse, y esto inicia cuando el profesor introduce nuevos objetos transaccionales, es decir, objetos de saber a enseñar. Es notable que para Chevallard el aprendizaje denota un avance cronológico, donde el profesor introduce objetos transaccionales en la relación didáctica para superar la obsolencia interna, y de este modo, “sorprender”, mantener su “lugar”. Esto implica una distinción entre profesor y alumno, con relación al tiempo del saber, en tanto el maestro puede dominar el futuro, el ocupa una posición distinta al alumno en la diacronía del sistema didáctico.
Por otra parte, el profesor ocupa otro lugar en la sincronía del sistema didáctico, el profesor sabe de otro modo, cualitativamente distinto. En este sentido, normalmente el profesor se reserva la teoría, y deja la comprobación, la verificación, la empiria al estudiante.
Para Chevallard, el objeto de enseñanza es un objeto transaccional entre pasado y futuro, y a la vez, es un objeto transaccional entre dos regímenes de enseñanza: la teoría y la empiria. El papel del profesor consiste en introducir estos objetos transaccionales: siempre algo nuevo, y siempre por encima del nivel del alumno. Es en este momento cuando ocurre la transposición didáctica interna.

Eduardo Chaves Barboza. Publicado en knol.google.com
Licencia Creative Commons: creativecommons.org/licenses/by-nc/3.0/

martes, 13 de octubre de 2009

12 de Octubre

Nuestros calendarios oficiales nos marcan que el 12 de octubre es una fecha festiva, por ser el Día de la Raza. Las disposiciones oficiales deben cumplirse aunque en este caso, la legalidad no coincide con la legitimidad.
Fue un gobierno constitucionalmente elegido el que estableció honrar al día en que Cristóbal Colón estableció puentes definitivos entre todas las razas del mundo. Pero esos puentes no fueron de comunicación, fueron de invasión, sometimiento, aniquilamiento del otro, del diferente. Hace años que los pueblos originarios no celebran este día, que lejos de ser festivo es de oprobio, de humillación, de dolor por la libertad perdida. Hace años que festejan el 11 de Octubre como el último día de Libertad. En otras naciones latinoamericanas se cambió el nombre de la festividad, el Día de la Raza pasó a ser el Día de la Diversidad. En nuestro país, lugar de origen del homenaje original, aún no se ha tratado legislativamente el tema pese a que el INADI ha solicitado el cambio de denominación, claro que sin sustento ni suerte alguna.
No podemos cambiar la Historia, si podemos resignificarla. No esta mal seguir denominando el 12 de Octubre como el día de la Raza, el día del comienzo del encuentro definitivo de la Raza Humana, con sus dolorosas contradicciones. El proceso que sin par desató aquella aventura, todavía esta en marcha, la integración étnica.
Se dirá que me olvido del genocidio. Diré que no me olvido de ello, sino que planteo: ¿De qué sirve cambiar de etiqueta sin cambiar el contenido? Podremos ponerle el título más rimbombante, genial, provocador, justiciero. Pero con ello no pararemos la tala de montes, la privatización de tierras comunales, la miseria de los cordones suburbanos, la tinelización de la reserva mapuche, no preservamos los glaciares, el agua, no paramos el envenenamiento ni el vació contaminante que nos dejan las mineras. Estos son los temas que nos avasallan, son el equivalente, la actualización, de las depredaciones que comenzaron a partir del 12 de Octubre de 1492.
Fue Paulo III quien finalmente aceptó que los americanos eran “realmente hombres”, eran “personas con alma” (02/06/1537), y por lo tanto el 9 de junio de 1537, afirmo que los indios eran seres humanos. Desde esa época las matanzas disminuyeron y puede afirmarse de que en nuestro país, hoy en día, nadie mata indios. Los dejamos morir solos. Sin ayuda médica, sin sostenimiento reparador, sin políticas integracionistas, sin culpas.

Juan Carlos Ramirez

miércoles, 7 de octubre de 2009

La educación hoy. Así en España como en Argentina

Entre las herramientas posibles de ser utilizadas para una mejor comprensión de la realidad, esta la de un uso adecuado de los audiovisuales. Seguimos, en esta ocasión, los aportes pergeñados por Pierre Sartori en Homo videns (1998), en donde sostiene que hay que avanzar hacia un diseño de comunicación capaz de plantearnos problemáticas pertinentes a una sociedad posliteraria, ya que “la palabra ha sido destronada por la imagen”. En este camino, y con la probablemente desmedida pretensión de esclarecer en qué punto esta el sistema de educación universal disponible para los que no integran las élites posibles, y el compromiso social inherente, hemos incluido el siguiente video:



Por: Juan Carlos Ramirez

viernes, 2 de octubre de 2009

Acción y fracaso escolar

El proyecto escolar es un dispositivo de la modernidad que favorece el control; es de regulación, de poder, potencia lo individual sobre lo colectivo. Sin embargo, lo mejor que les puede suceder a nuestros niños, adolescente y jóvenes, es estar en la escuela. La pregunta es cómo debe ser ese estar. La respuesta correcta e inmediata es: aprendiendo; es decir, participando activamente con otros en una actividad cultural previamente organizada. Claro que en la realidad, esa participación con otros es solo una ilusión; en el aula, las actividades individuales son las que dominan el ambiente.
La idea de encuentro con la cultura, pensada por otros para otros, no es válida para todos esos “otros”. Son muchos los que resisten a ese dispositivo artificial llamado escuela. Mejor dicho: la escuela resiste, se opone a la voluntad de esos jóvenes, adolescente y niños. La escuela sigue siendo el lugar que marca la diferencia entre quienes la habitan y quienes nunca concurrieron. Es el mejor lugar al que puedan concurrir… aunque esta presuponga sujeción y que muchos de nuestros niños, adolescente y jóvenes sospechen, lo que ya otros confirmaron pero que nunca les divulgamos: la dudosa filiación entre ciencias y rutinas, prácticas e información que la escuela les propone (Baquero, R ; Terigi, F, 1996).
El Estado posee la potestad y la obligación de garantizar la escolaridad. La escolaridad es un derecho y la gradualidad, la permanencia y terminalidad, una obligación para la población infantil y adolescente. Pero esta terminalidad y más aun la gradualidad, se ven irrumpidas por el fracaso escolar definido en términos de repitencia, discontinuidad y abandono. Estos, determinan el futuro de muchos jóvenes puesto que, el proyecto escolar involucra decisiones sobre la vida de los sujetos, sobre sus márgenes de acción, sobre la manera que forjaremos su identidad ((Baquero, R ; Terigi, F, 1996).
El fracaso escolar deviene de la ruptura o incumplimiento del contrato didáctico, aquel que se define y establece entre docente y alumnos alrededor de un saber. Un contrato que rige un proyecto compartido de enseñanza y aprendizaje (Chevallard). El fracaso plantea que una de las partes abandono el proyecto compartido y ese fracaso suele darse en distintos escenarios de la escuela. El aula, el patio, la sala de docentes, la Dirección, suelen clausurar posibilidades de generar situaciones educativas que promuevan el desarrollo del niño, del adolescente, mediante la apropiación participativa y participación guiada (Rogoff). La comunidad de la escuela no siempre logra crear significados compartidos; pareciera que los contratos didácticos no tienen lugar para todos y menos aun para que los ven o vieron sus infancias desrealizada (Narodowsky, M). Otros fracasan por estar bajo sospecha de educabilidad, juzgándose su capacidad intelectual, la constitución familiar, su origen (Baquero, R.). A los bajo sospecha de poder “aprender” y a los “incorregibles”, la escuela no les reconoce sus conocimientos cotidianos, esos conocimientos que supieron reconstruir para lograr autonomía económica y cultural que les permite realizarse (Narodowsky, M.) como personas. La escuela niega la posibilidad de que los saberes adquiridos fuera de ella coexistan con los saberes escolares. Suele la escuela pretender sustituir lo aprendido en otros contextos por lo aprendido en la escuela.
El fracaso escolar sólo puede dibujarse sobre la grilla de la interacción de los procesos de desarrollo y aprendizaje de los alumnos en interacción con el régimen de trabajo escolar (Perrenoud, 1990; Lus, 1995, en Baquero 2000). Esta unidad de análisis (Rogoff), define y analiza la actividad o evento en la que se inscribe la situación de enseñanza en sus tres dimensiones: el aprendizaje, la participación guiada (donde los elementos de la cultura y valores del aprendiz tienen fuerte presencia), y la apropiación participativa que prepara para la participación en contextos no escolares.
Podemos definir participación guiada y apropiación participativa, considerando el primero como las actividades diseñadas para que los sujetos intervengan con otros desde la palabra, la observación y el compromiso que se pide asumir para con esa actividad. El segundo es el proceso por el cual el niño cambia e interactúa con elementos aprendidos en otras situaciones. El pensamiento no puede surgir como algo significativamente separado de la acción, las circunstancias y la meta (Baquero, R.; Limon, M. 2001). El aprendizaje, el desarrollo de los sujetos, se da en un ambiente de interacción, de colaboración entre pares y docente mediada por el lenguaje. Lo social y lo individual guardan una implicancia constitutiva en el proceso de apropiación participativa; es la situación, la actividad en su conjunto la que produce o deja de producir aprendizaje y este motoriza y dirige el propio desarrollo, entendiendo a este como un desarrollo culturalmente organizado (Baquero, R.; Limon, M. 2001). El “andamiaje” es una batería de actividades planificadas que sirven de apoyo a los menos expertos. Para el mentor de esta visión (Bruner), las interacciones son formantes, no solo activantes, definen la naturaleza de las funciones que se constituyen en ese desarrollo. El desarrollo de las funciones superiores es artificial, social, técnico, y la escuela lo da a través de interacciones humanas (Rivier, A. 2000). Tampoco el enfoque sociocultural suele estar presente en la cotidianeidad institucional, en nuestras aulas, en la sala de docentes, en las planificaciones y menos aun en la secuencia didácticas. El fracaso escolar se tornaría distinto si la consideración de lo colectivo en el aprendizaje y el carácter político en cuanto a la toma de decisión pedagógica, fuera otra. Si en la escuela, la mediación entre cultura y los niños, adolescentes y jóvenes fuera orientada mediante la participación guiada, la apropiación participativa y aprendizaje con múltiples situaciones de andamiaje, se colaboraría directamente con quienes les cuesta más desarrollar por si solos, las actividades planteadas por la escuela, por la cultura, posibilitando su desempeño autónomo cada vez con mayor precisión.

Síntesis del trabajo elaborado por la Profesora Rosana Sardón (ISFD Elvira J. R. de Voglino), para la Univ. Nac. de Lanús.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Historiofotía, la historia para los homo videns

El discurso de la imagen o el audiovisual, representa con mayor verosimilitud lo que el discurso gráfico no alcanza a expresar. Sin embargo, de acuerdo a la profesora Laura Radetich, la sinécdoque y la generalización se encuentran a mitad de camino en un juego representativo para complementarse a la hora de comprender y reconstruir el pasado. Ya decía Huizinga (1905), en una cita que levanta Peter Burke (2005), que: “Lo que tienen en común el estudio de la historia y la creación artística es una manera de formar imágenes”.
Los historiadores seguimos intentando, cual filósofos de la disciplina, pensar la historia en distintas facetas, pero no son tantos los que la piensan en distintos formatos. El trabajo de la profesora Radetich, que integra una serie de estudios publicados por la Revista Formadores, sostiene que: “Desde los graffitis hasta los libros académicos todos forman parte de la cultura de una sociedad, son representaciones de sí misma y por lo tanto dan cuenta de su pasado.” La historiografía del siglo XIX consideró a las fuentes escritas como la única forma de conocer el pasado, pero es posible tener diferentes visiones del “pasado” y de la “historia” argentina a través del cine sonoro, como lo demuestran E. Jakubowicz, y L. Radetich (2006).
El cine reune al conocimiento con la sensibilidad necesaria para llegar al mayor número posible de personas, pretendiendo narrar, representar, influir, comunicar, informar, enseñar, crear y recrear modelos de comportamiento, o transmitir a partir de las ideas del director, los problemas, angustias, sueños o necesidades de un grupo determinado de la sociedad (Román Gubern, 1998). Esto hace que una corriente de la historia contextual considere al cine como fuente y recurso de la historia, tomándolo como una escritura de la historia entre otras. Uno de los pioneros fue Marc Ferro (1995), quien dirigió la Escuela de los Anales en la década de 1970, quien vio al cine como una fuente de documentación útil para la investigación, pero también apropiado para la enseñanza de la Historia debido a su capacidad expresiva de lo cotidiano. Claro que las películas que reconstituyen el pasado hablan más de cómo era o es la sociedad que las ha realizado, de su contexto, que del hecho histórico o referente que intentan evocar (Pierre Sorlin; 1985); tal cual lo hacen los historiadores en el formato tradicional, escriben desde su interpretación, desde su presente. La pantalla revela al mundo como se le corta en la mesa de montaje, como se le comprende en una época determinada; la cámara busca lo que parece importante para todos, descuida lo que es considerado secundario; jugando sobre los ángulos, sobre la profundidad, reconstruye las jerarquías y hace captar aquello sobre lo que inmediatamente posa la mirada.” También Pierre Sorlin utiliza el concepto de recepción, readaptación o redistribución de la materia fílmica realizada por los espectadores, que es diferente según cada ideología o mentalidad; como lo hace cualquier lector de historia. Así llegamos a que Robert A. Rosenstone (1997) proponga que: «Ha llegado el momento en el que el historiador debe aceptar el Cine como un nuevo tipo de Historia, junto a la oral y a la escrita”. La enseñanza de la historia estuvo limitada a libros y manuales escolares, por su pretendida seriedad y objetividad, soslayando que la recrea o representa lo que a juicio del historiador “es” lo que ha sucedido.
Sostiene Pierre Sartori en Homo videns (1998) que hay que avanzar en la crítica historiográfica y plantearnos problemáticas pertinentes a una sociedad posliteraria, ya que “la palabra ha sido destronada por la imagen”.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

La filosofía política no es un lujo

¿Para qué sirve la filosofía política? Unas veces para bien, otras para mal y otras más para nada. Veamos algunos ejemplos. El liberalismo político nació en el cerebro de John Locke. Según Karl Popper, el fascismo fue concebido por Hegel, mientras que Isaiah Berlin lo hace nacer en el cerebro de Joseph de Maistre. El filósofo y economista John Stuart Mill defendió el socialismo democrático, en tanto que su homólogo Karl Marx abogó por el socialismo dictatorial. Nietzsche, Gentile y Heidegger fueron fascistas, mientras que Engels y Antonio Labriola abogaron por el socialismo marxista. Benedetto Crocce fue liberal, pero no democrático, mientras que Norberto Bobbio osciló entre el liberalismo y el socialismo. Carl Schmitt y Leo Strauss se inspiraron en Platón, Nietzsche y Heidegger, y el primero fue militante nazi, mientras que el segundo fue profesor de algunos de los asesores más siniestros del presidente George W. Bush. Por el contrario, John Rawls combinó el liberalismo político con el socialismo estatal, mientras que Ronald Dworkin hace filosofía liberal limitada al ámbito jurídico. Pero es verdad que la mayoría de los filósofos políticos han sido inanes, por haberse limitado a comentar ideas políticas de otros.
Los filósofos políticos contemporáneos creen poder desligar las ideas políticas de una concepción del mundo. Sin embargo, toda concepción de la política presupone una concepción del mundo. Por ejemplo, si todo dependiera primordialmente de las ideas y nada de los intereses materiales, la acción política se reduciría a hablar y escribir. Si estamos sometidos a la voluntad de Dios, la oración será más eficaz que la acción. Si la naturaleza humana es invariable, las reformas sociales serán inútiles. pero si, en cambio, somos cambiantes, no debemos diseñar sociedades rígidas, por perfectas que nos parezcan ahora.
Sólo unos pocos filósofos, en particular Platón, Aristóteles, Locke, Hegel y Marx, ubicaron sus ideas políticas en amplios sistemas filosóficos. Pero algunos de esos sistemas fueron incoherentes. Por ejemplo, Marx no advirtió que el igualitarismo es incompatible con la dictadura del proletariado; casi todos los filósofos políticos fueron indiferentes a la dependencia de la mujer; y a ninguno de los héroes del liberalismo le interesó la suerte del Tercer Mundo.
La filosofía política estudia las ideologías sociales, pero no se limita a ellas. También estudia el sistema político como componente de la sociedad. En particular, estudia los intereses privados y los sentimientos morales que mantienen o alteran un orden político dado, así como los derechos y deberes del ciudadano en los distintos sistemas políticos. Pone particular interés en la justicia como equilibrio entre derechos y cargas sociales, e investiga la cuestión de si la justicia social es una meta alcanzable o un espejismo.
En definitiva, la filosofía política no es un lujo, sino una necesidad, ya que se la necesita para entender la actualidad política y, sobre todo, para pensar un futuro mejor. Pero para que preste semejante servicio la filosofía política deberá formar parte de un sistema coherente al que también pertenezcan una teoría realista del conocimiento, una ética humanista y una visión del mundo acorde con la ciencia y la técnica contemporáneas.
La soc
iedad moderna es demasiado complicada y frágil para que siga en manos de políticos ignorantes de las ciencias sociales y secuaces de filosofías políticas apolilladas.
Por: Mario Bunge (en torno a sus textos en Tratado de filosofía -8vo. Tomo-, y Filosofía Política, Gedisa, 2009; La Nación 29/06/2009).

viernes, 11 de septiembre de 2009

sábado, 29 de agosto de 2009

Dice el diario Clarín

Gente en foco. Hoy: Juan Carlos Ramirez.
Tiene 58 años y es profesor de historia y miembro de la Junta de Estudios Históricos del Distrito Ezeiza.
Desde su blogspot (una especie de bitácora digital) cuenta la historia de su querida localidad.
Los fines de semana le gusta agarrar la cámara de fotos y salir a recorrer cada rincón del Partido.
Se encuentra terminando un libro sobre la historia de la región hasta 1885, año en el que pasó el primer tren.

Un profe que enseña más que una lección.
Se dice que para saber quiénes somos, primero debemos conocer de dónde venimos. Es una máxima sociocultural que ayuda a entender y contextualizar mucho de nuestra vida presente. El conocimiento de la historia es un valor esencial para conocer los valores más primitivos y, sobre todo, entender nuestras cotidianas decisiones. Así lo vive Juan Carlos Ramirez, un historiador del Partido de Ezeiza, que dedicó la mayor parte de su vida a estudiar a su querida localidad. "No sólo somos lo que vivimos, también somos lo que nos contaron los que nos precedieron", arranca.
"Estoy relacionado con Ezeiza desde 1952 -nació en 1951-. Vivo en el mismo lugar que compraron mis padres, desde 1956. Pese a ello, hay vecinos (mis fuentes) que me recuerdan que soy 'nuevo', que no conocí el Ezeiza anterior al aeropuerto (se construyó en 1945), la que vivía de los tambos", asegura, y agrega: "Creo que conozco por dentro cada casa vieja del Partido", rememora.
El amor de Juan Carlos por su barrio arrancó hace muchos años cuando se desempeñaba como electricista en la Comisión Nacional de Energía Atómica de Ezeiza. Allí trabajó por 17 años lo que, asegura, le ayudó a encontrarse. "Estar en el bosque me permitió volver a encontrarme con mi espacio, mi lugar. Ezeiza dejó de ser sólo un lugar para ir a dormir. Comencé a vivirlo, como cuando era pibe", sentencia.
Su pasión por la historia hizo que se convirtiera en profesor. "Me gusta escuchar, contemplar, leer, caminar, enseñar, y por supuesto, narrar", describe. Al poco tiempo, Juan Carlos llegó a las Junta de Estudios Históricos, donde "tengo la responsabilidad del blogspot (una especie de bitácora digital), cosa que hago con inmenso placer", cuenta. Y continúa: "Nos siguen desde muchas partes del mundo. Hay gente que salió de acá, que nos lee, y que ahora vive en una comunidad siux. Nos siguen desde muchas partes del mundo".
"Toda mi vida disfruté escuchando historias, leía historias. Ahora me toca contarlas a mí", cierra este catedrático que pregona: "Hay que disfrutar la vida a pleno, me lo enseñan en la práctica mis padres, que cercanos a los 90 años, comen y toman, y se ríen. Y me lo enseñan mis hijas, que donde yo veo injusticias y problemas, ellas me dicen 'es lo que hay', y siguen esforzándose".

Por: Rafael Roa. Publicado en diario Clarín; 6 de agosto de 2009.

domingo, 23 de agosto de 2009

El peligro de perder la Memoria

Hace muchos años visito el edificio de la avenida Alem. Conocí personalmente su grave deterioro y padecí en carne propia la falta de las más mínimas comodidades junto con colegas argentinos y extranjeros, para vergüenza nacional. La mayoría de sus directores trataron de hacer algo para mejorar la situación, pero se encontraron con un problema vital: la falta de presupuesto y el olvido o "ninguneo" de la institución por parte del Ministerio del Interior, del cual depende. En la década pasada hubo un gran proyecto de trasladar el Archivo a un edificio acorde con sus necesidades, pero no llegó a concretarse, aunque sí se cambió el mobiliario y se arreglaron los sanitarios y algunas falencias edilicias. También comenzaron desinfecciones una o dos veces por mes los días viernes a partir de las 14, por lo que se acortó el horario de atención al público tres horas.
Muchas falencias se pudieron superar, además, por la labor digna de destacar del personal del Archivo, que siempre con la mayor buena voluntad y predisposición ha atendido a los investigadores. Todos somos conscientes de la necesidad de digitalizar y utilizar los medios más modernos para preservar el patrimonio documental, incluyendo los archivos sonoros, fílmicos y gráficos, pero mucho mayor es la necesidad de contar con un edificio en condiciones, algo por lo que se viene bregando desde hace mucho tiempo.
Durante años los directores fueron nombramientos políticos, sin llamado a concurso, y el funcionario designado padeció el ostracismo de la falta de medios para mejorar la realidad. La llegada de José Luis Moreno, a propuesta de numerosos historiadores, significó una luz de esperanza, por la probidad y eficiencia de su gestión. Hizo mucho con contados recursos y tanto más esperábamos de su gestión. Abierto al diálogo franco, sin exclusiones ideológicas, nos manifestó en un par de ocasiones los reclamos que hacía al Ministerio para atender las más elementales necesidades.
En las vísperas del Bicentenario se abre un nuevo interrogante: de seguir sin recursos el Archivo, corremos el grave riesgo de perder la memoria de más de 400 años de historia. Es hora de que el Poder Ejecutivo y el Legislativo adviertan que ya no hay tiempo que perder.
Por: Roberto L. Elissalde. (Publicado en La Nación el 19/08/2009

lunes, 17 de agosto de 2009

Regresa la mentira sobre Marte

Este 2009 se convertirá en el sexto consecutivo en el que alrededor de mediados del año comienza nuevamente a circular un mensaje donde se da el aviso de un evento histórico, único en la vida: el próximo 27 de agosto "Marte se verá tan grande como la Luna llena". Como bien dice el artículo publicado por Ciencia@NASA, "Regresa la mentira sobre Marte", lo que sucederá realmente si usted sale a ver el cielo en la noche del 27 se agosto será lo siguiente: nada. Marte ni siquiera estará en el cielo hasta alrededor de las cuatro de la mañana. Esa noche se encontrará a 244 millones de kilómetros de la Tierra y con un diámetro aparente de 5.7 segundos de arco. Comparado con la Luna que posee un diámetro aparente de unos 1800 segundos de arco (30 minutos de arco), Marte será unas 316 veces más pequeño visto desde los cielos de la Tierra, apenas un punto de luz.
El engaño de Marte se inicia en 2003, cuando la Tierra y Marte pasaron por un acercamiento especialmente favorable en donde ambos planetas estuvieron separados por 56 millones de kilómetros. Aún así, en su mejor momento Marte apenas llegó a unos 24 segundo de arco, aún 75 veces más pequeño que el diámetro aparente de la Luna llena. No hay forma alguna de que a simple vista Marte se vea del tamaño de la Luna llena.
Razonemos un poco: Marte es un planeta con una órbita estable, que orbita el Sol en un plano apenas algo diferente que el de la Tierra y por fuera de la órbita de nuestro planeta (o sea, más alejado del Sol). Mientras el período orbital de la Tierra (el año) es de 1 año, el de Marte es de 1.8808 años. Las órbitas no son circulares, sino que tienen cierta excentricidad (son elipses). Cada aproximadamente año y medio la Tierra y Marte tienen un "mayor acercamiento", y la distancia que separa ambos mundos en esas ocasiones depende del punto de las órbitas en los que se encuentren la Tierra y Marte en esas fechas. En ciertas ocasiones, como lo fue en 2003, esta geometría hace que la distancia sea mínima y el acercamiento sea favorable: un interesante espectáculo si se tiene un telescopio.
Ahora bien, Marte posee un diámetro de 6792 kilómetros, ¿a qué distancia debería estar Marte para verse grande como la Luna llena en los cielos de la Tierra? A unos 778000 kilómetros (recordemos en el mejor de los casos se localiza a unos 56 millones de kilómetros) Esta distancia es apenas el doble de la distancia Tierra-Luna. Entonces, ¿cómo Marte, teniendo una órbita estable como la de la Tierra, puede acercarse a nuestro planeta a una distancia tan pequeña como apenas el doble de la que nos separa de la Luna? No puede suceder. La única manera de ver a Marte grande como la Luna llena a simple vista es en una nave espacial, algo que por lo pronto nadie a hecho.
Por: Enzo De Bernardini.

domingo, 16 de agosto de 2009

La carretera principal

Juramos no decir jamás las frases que nos sermonearon nuestros mayores, y que tanto nos molestaban. Pero siempre llega el día en el que brotan de nuestros labios como porotos de la chaucha.
Y no sólo las consabidas interpelaciones a nuestros hijos (¿Dónde vas?, ¿con quién?, ¿cuándo te vas a cortar el pelo o afeitarte?, ¿ésa carrera vas a estudiar?), si no que, también se nos escapan los refranes paternos... En síntesis, trabajamos duro para no repetir los mismos errores que nuestros progenitores, obviamente reemplazándolos por otro tipo de equivocaciones personales, más originales. ¿Qué nos paso?. ¿Por qué no pudimos borrar el archivo completo como si la mente fuera el disco rígido de la computadora? Porque es imposible, y tampoco sé si es bueno.
Pero vayamos al principio. Cuando nacemos somos apenas un objeto de deseo que asume el rol de utopía de complitud de una mujer. (...). Nacemos, no sin angustia, y se nos viene encima todos esos significantes a través de ese Gran Otro que los porta y que es mamá. Mamá nos ama y alimenta, y nos presenta el mundo, y de paso a nosotros mismos. Sí, porque no tenemos idea de qué corno somos, y cuando nos miramos en el espejo y vemos ese cuerpo extraño, giramos la cabeza hacia ella quien asiente y nos dice: "ése eres tu".
Y seremos ese ser amable (digno de amor) que Ella nos presente como el ideal a alcanzar....Pero la pregunta insiste: ¿quién soy? Y la respuesta la seguimos buscando en otros semejantes, y mientras, nos identificamos con rasgos de hermanos, amigos, maestros, héroes de historieta, parejas, intentando hallar esa mirada que nos cuente cómo somos.
Pero esos espejos son cóncavos, no planos, y siempre nos devuelven una imagen parcial y distorsionada. Y la búsqueda continúa aunque con una diferencia. Con los años notamos que el camino recorrido fue más fructífero de lo que pensábamos. Y en parte eso se lo debemos a nuestros padres. Porque ellos nos señalaron una carreta principal, nos iluminaron un camino, y gracias a eso seguimos hoy adelante, con la seguridad de que andamos por la buena senda. La que no acepta desvíos alternativos.
Por: Luis Buero (Publicado en La 205; 29/07/2009).

miércoles, 12 de agosto de 2009

Memorias contra memorias

La investigación histórica sobre momentos importantes de nuestro pasado tiene un importante componente artesanal por fuerza de las condiciones en las que debe desarrollarse.
Se busca echar luz sobre tantas sombras y opacidades a base de archivos personales, testimonios recortados, memorias parciales; y esto es así, en primer lugar, por el desguace que han sufrido nuestros archivos nacionales, como reflejo de los agujeros infligidos a nuestra memoria histórica.
No sólo por parte de quienes ocuparon de hecho o de derecho responsabilidades de Estado y desatendieron, olvidaron o, peor aún, destruyeron o se llevaron a sus casas documentos públicos con valor histórico.
También por la escasa cultura del testimonio y la autobiografía honesta por parte de personajes y personalidades públicas.
Son taras que todavía está sufriendo nuestro país y demuestran que nunca se agota el viaje al pasado para encontrar piezas que nos ayuden a reconstruir caminos y horizontes. Por eso seguramente el éxito que tienen libros que buscan reconstruir esos fragmentos, hechos, procesos, biografías personales o colectivas.
Por: Fabián Bosoer

Van por el Archivo General de la Nación

Dos párrafos de la nota publicada por Clarín nos dan una clara idea de la desidia oficial:
"La razón formal del pedido de renuncia (del Director) habría sido el supuesto 'malestar' que generaron en el Ministerio los reiterados pedidos de Moreno para que poner en condiciones el edificio que alberga este patrimonio cultural e histórico.
....
Hace un mes, Moreno se había negado a firmar un proyecto que asignaba -de los fondos previstos- unos 6 millones de pesos para la restauración de material de cine, audio, video y fotografía, cuando los materiales que deben ser restaurados de manera más urgente son los documentos escritos."

Creo que:
Moreno pasa a ser una víctima de su capacidad y honradez profesional. El destino del Archivo General de la Nación, nuestra memoria, pasará a ser administrado por quienes nos bastardean diciendo que se han enriquecido mientras ejercen la máxima magistratura. En poco tiempo, si no nos oponemos firmando solicitadas -aunque sea-, algunos comenzaran a vender documentos de nuestra historia.

miércoles, 15 de julio de 2009

Actores sociales

El Bicentenario nos encuentra del mismo modo como nos encontró en su momento el Centenario. No importan las fechas, solo sirven para celebrar. Importan los hechos, fundamentalmente los que sirven para avanzar; esos son los que cambian la historia de manera saludable. Sé que peco de pesimista. Los acontecimientos pasados y los que me tocó presenciar desde mi posición de ciudadano independiente, sin afinidad partidaria, no ayudan a cambiar mis expectativas.
Una vuelta de timón es posible, pero es evidente que todavía no es el momento. Cada tanto aparece un gran hombre, lo que aún no aparece es un gran entorno para ese hombre. Cuando ello ocurra, tendremos posibilidades. Mientras tanto, sigamos celebrando a la espera del milagro.
Por Norberto Calul (Publicado en Clarín; 24/05/2009)

viernes, 10 de julio de 2009

El mal jugador

La razón de este artículo no es contar acerca del juego del “crucigrama”, sino de lo que pasó en una casa en donde un grupo de personas estaba jugando. Resulta que yo miraba cómo jugaban y en eso, una de las personas, muy enojada e insultando, se levanta, tira el tablero al piso y con el todas las fichas. Estas se desparraman por todos lados y la persona “enojada” y con severos movimientos de sus puños, grita que no tenía suerte, que no le llegaban fichas con letras valiosas, que ya estaba cansado que los demás tengan más puntos que él, que este juego es una porquería, etc. Otras de las personas que estaba sentada y que se asustó con esta reacción, trató de calmar a la persona “enojada”, diciéndole que todos allí conocen el reglamento de esta juego por igual, que estaban de acuerdo con él y por eso decidieron jugar juntos. Que la cuestión es pasarla bien, ser creativos con las letras que a cada uno le tocan y formar palabras. Que todos tenían las mismas posibilidades en un sistema totalmente igualitario, justo, etc. Pero igualmente el “enojado” siguió gritando, y les pidió a los restantes jugadores que se vayan de la casa, dado que era de él y no los quería ver más.
Como yo no estaba jugando, el “enojado” no me echó, pero me dijo a los gritos; “y vos que mirás con esa cara de estúpido”. Y siguió diciendo: “si no te gusta lo que ves, te podés ir vos también”. Tuve que irme dado que la expresión de mi cara y algunas palabras posteriores, revelaban mi parecer sobre la conducta de mi amigo el “enojado”, el que con un portazo fuertísimo, casi hace desaparecer mis talones que, con rapidez trataban de alejarse de esa maldita puerta pesada y ruidosa que se acercaba peligrosamente hacia mi. Me fui si, pero antes le grité a mi amigo: “mal jugador”
Resulta que cuando llego a mi casa sintiendo todavía el viento producido por la puerta de mí amigo el “enojado” y, ese dolorcito en mis talones producido por la misma puerta en esa parte tan sensible para Aquiles, prendo la T.V. para mirar un noticiero y me entero del golpe de estado en Honduras. No se la razón, pero se cruzaron en mi mente los golpistas Hondureños y mi amigo el “enojado”. Entonces me pregunté cuál era la razón de esa rara relación. Enseguida llegué a una respuesta con este razonamiento:
Los golpistas Hondureños son también malos jugadores, dado que en Honduras hay un reglamento que se llama Constitución y leyes. Con estos reglamentos se juega a un juego que se llama “República y democracia”. Al principio están todos de acuerdo y con felicidad se ponen a jugar. Pero en eso!!!!!,….. cuando uno o varios dentro lo reglamentario, no les gusta los resultados que denota el desarrollo del juego, patean o tiran el tablero, paran el juego, niegan o descalifican el reglamento y echan a los otros jugadores. En el caso de que los otros jugadores hayan hecho trampas (lo que si puede enojar mucho), el mismo reglamento instruye cómo sancionar a los infractores sin necesidad de tirar el tablero y acabar con el juego.
También pensé en algunas reacciones infantiles (berrinches, llantos, enojos, etc., debido a que se está perdiendo un juego), propias de la inmadurez evolutiva, totalmente comprensibles, previsibles y bienvenidas para aprovecharlas como momento educativo para el niño. Es entonces el momento de hacer ver al niño, sobre el valor de los reglamentos previamente consensuados, y de la necesidad del respeto por ellos.
De todas maneras violar los reglamentos acordados democráticamente es una defraudación muy grave, consistente en que antes del juego, todos estamos de acuerdo con el reglamento (incluso en muchos juegos, los mismos jugadores diseñan los reglamentos que luego alguno viola -igual que en el juego republicano y en el juego del golpe de estado - ). Pero algunos dicen: si estoy perdiendo dentro de la ley del juego, descalifico al mismo y a sus reglamentos, tiro o pateo el tablero con todo lo que está encima de él y hecho a los demás jugadores; no juego más y hago un juego a mi medida, con los que juegan como yo y no me contradicen. Pero con esta actitud, lo más seguro es que en el próximo juego, también existan problemas y se vuelva a repetir el descalificar y tirar el tablero de juego en una serie sin fin de vulneración a los acuerdos. Lo legal entonces, es vulnerar la ley..
Cuantas cosas pasaron por mi mente en ese momento. Cuantas vidas se perdieron en otros juegos democráticos versus totalitarios en nuestra America Latina. Cuantos reglamentos violados y cuanta gente echada a patadas de sus propias casas y países. Cuántos intereses ocultos eran las razones de la vulneración de los reglamentos previamente acordados y glorificados como símbolos nacionales. Cuánta mezquindad, falta de solidaridad, intolerancia y cinismo existía en el interior de algunos jugadores aparentemente respetuosos de las normas previamente acordadas con juramentos ante Dios.
Por: Tiempo de Juego (www.tiempodejuego.com.ar)

viernes, 26 de junio de 2009

El loco.

Carlos Román Renoldi editó el libro El loco. Poesías, canciones y herejías, una suerte de autobiografía poética mediante la cual desgrana verso a verso su historia personal y su visión sobre la vida. Ya en la introducción, el poeta advierte: “Aquí está mi vida, mi pequeña y gran vida. Están mis alegrías, mis broncas, mis pasiones, mis dolores y mi Dios”. En esas primeras páginas expone también cuál es la esperanza que abraza la publicación: “La zamba me hizo entender que uno no muere en la víspera, sino cuando lo olvidan, y como estoy muy convencido de algunas cosas, quisiera que mi pensamiento sirva, aunque más no sea, para una polémica en una charla de amigos, porque creo que hay que polemizar más y mirar menos televisión”.
Nacido el 18 de mayo de 1957 en Ezeiza, Carlos Román Renoldi cursó sus primeros estudios en Gualeguay (Entre Ríos) y regresó a su ciudad natal a los 9 años, donde se recibió de técnico mecánico y realizó una carrera artística que incluye la música, la escultura y la pintura. Para esta primera incursión en las letras, buceó en su pasado y decidió incorporar una poesía de su padre, Reducindo Ramón Renoldi (1931-2008), titulada “Pensamiento”, con un pie que dice: “Si hay memoria genética de escritor en mí, ésta es la prueba…”.A continuación, el autor brinda pantallazos de su vida (con poesías que van desde la década del ’70 hasta el presente, pero sin orden cronológico) y habla de la compañera de vida, “La Corta”; de su hijo Federico (“Y entre nubes vaporosas / sos el aire que me envuelve”, dice por ejemplo en “Tus ojos”); del Ezeiza de ayer con poemas como “Guillermina” (“Me acuerdo de Guillermina / cuando raleaban las casas”); de la ciudad de Gualeguay, de sus padres, de sus amigos y de sus vecinos. Retrata a personajes diversos como el Perro Flaco, el mozo del Kibón, el vagabundo Aristóbulo y la poeta Elsika; y no se priva de hablar de política y religión diciendo desde el arranque herejías de este tipo: “Dios está en mi corazón / las religiones / en el pozo negro de mi casa”.
El poemario se inicia con “Tristes mascaritas” (1995) donde declara: “No sabes cómo quisiera / que seamos seres libres / para no tener que escondernos / detrás de sucias mentiras”. Y cierra con “Nada más” (2009): “Cuando yo me vaya / no me vengan con tonterías / despídanme, mis amigos, / con eléctricas guitarras / y el tronar de sus motores (…). Cuando yo me vaya, / no se ocupen de mis cenizas / dejen nomás que el viento / las lleve adonde quiera; / es ceniza, nada más”. Esta miscelánea poética incluye además letras de canciones, producto de su otra vocación artística que lo ha llevado a transitar escenarios con la ya mítica banda de rock “Obreros del sur” y como solista, abordando distintos géneros, entre ellos el folklore y el tango. Entre esas canciones está “El loco” (1984) que dice justamente: “Hola, amigos, / ¿se acuerdan de mí? / Yo soy el loco que zapaba / por varias horas / y se copaba / y transpiraba. / Yo soy el loco que cantaba / aquellas canciones fabulosas / cuando no había otra cosa”.
Si bien las vivencias están retratadas apelando a la síntesis poética y no a la narrativa, la obra de Renoldi (en una cuidada edición) no se queda en aspectos superficiales y pone de manifiesto sentimientos, inquietudes y vivencias íntimas. Lejos de una fría visión documental, refleja dimensiones no cuantificables del hombre inmerso en el devenir de los días, alcanzando un genuino tono poético en muchos pasajes, donde se aprecia el valor de las nuevas locuras de Renoldi que, esta vez, vienen en formato libro.
Por J. M. Marcos. Publicado en: La Palabra de Ezeiza, página 6, jueves 11 de junio de 2009.

sábado, 13 de junio de 2009

Buenos docentes

Es tarea de los docentes, enriquecer el bagaje cultural que los jóvenes traen desde sus casas y poner a su disposición -y a veces pese a ella-, los saberes que le permitirán desenvolverse, renovar la sociedad y construir futuros probables. Todo niño aprende construyendo conocimientos, reglas, modos de pensar y de relacionarse socialmente, y con estos saberes previos llegan a las escuelas. Los docentes, enriquecen y alientan estas aperturas, poniéndolas en conflicto para facilitarles la construcción de nuevos enfoques, posibilidades; pasar de la doxa a la epísteme, en el nivel de complejidad requerido y posible.
Para este cometido, los docentes son imprescindibles, son quienes enseñan a partir de la cultura letrada, quienes los hacen familiarizar con las obligaciones, quienes los cuidan, quienes hacen conocer y enseñan a hacer valer los derechos que les asisten, y que a veces los padres utilizan en contra de los docentes y no en favor de los niños. El docente es quien asume la responsabilidad de enseñar de modo sistémico y permanentemente.
Frente a este presente de exclusiones estructuradas, en donde más allá de los esfuerzos declamados estamos aún muy lejos de superar, los docentes sienten que poco pueden hacer en escasas horas frente al curso, que sus esfuerzos suelen ser fácilmente anulados por los contextos familiares, por los mensajes explícitos de los medios de comunicación, por la falta de compromiso con el docente de parte de directivos e inspectores, que suelen hacer gala de malas praxis producto de directivas o incapacidades. Quienes más se quejan de su mentado desamparo, son quienes menos sostienen a las organizaciones obreras para que intervengan, son los que menos participan en asambleas de docentes para proponer cambios pues ya han aceptados ser parte de los derrotados y cómplices de quienes hacen fracasar al sistema educativo que permitió que de hijos de analfabetos se pasara a nietos universitarios.
Las obligaciones de los Estados globalizados han quedados limitadas a sólo contener a los niños, en detrimento de su calidad de estudiantes. Los alumnos así entendidos, son clientes que reclaman métodos, diversiones, y un tiempo de esfuerzo limitado; toda una rémora del neocapitalismo que impuso que la educación del proletariado es sólo un consumo más. Se impusieron las etiquetas de descentralización educativa e intervenciones críticas sin acopios culturales previos por parte de los destinatarios de la educación, que abandonaba su proclamado rol de facilitar las promociones sociales, de ser un instrumento de igualdad social. Revertir una tendencia que parece conducirnos directamente a la autodestrucción, excede el marco laboral, pero no el de nuestra responsabilidad social. Si hasta ahora no nos han facilitado las herramientas, las políticas adecuadas para superar nuestra mediocre performance actual, no podemos esperar a que el Estado se decida a barajar y dar de nuevo.
Tendremos que poner en valor nuestra capacidad profesional para recuperar el gusto por enseñar, por construir a diario el futuro y a sus hacedores. Si investigamos cómo se lo plantearon ante situaciones tan complicadas como la nuestra, el Maestro Sarmiento o el Maestro F. Iglesias, para ponerlo en nuestro contexto regional, probablemente encontremos soluciones. Si hacemos memoria, seguro recuperaremos las formas, las rutinas que incidieron en nuestro destino, lo mejor que nos dejaron quienes fueron nuestros maestros.
No estaría mal que muchos docentes recuerden que se debe comenzar el día saludando con convicción, llamando la atención sobre que lo que va a suceder en ese espacio horario, va a ser importante. Poner en marcha la comunicación, el compromiso. No ignoramos que muchos tratan de pasar desapercibidos, tener el perfil más bajo posible para que los alumnos no les amarguen el día; muchos tratan de no hacer enojar a los alumnos porque les tienen miedo, porque no se han ganado el respeto de ellos.
No puedo dejar de coincidir con el profesor Jorge Fasce, cuando dice que a los alumnos hay que: "Observarlos, escucharlos, responderles, reaccionar frente a sus muestras de asentimiento o fastidio, frente a sus dudas, errores y aciertos", que estos son mensajes que indican que se los tiene en cuenta. Tan sencillo como respetar para ser respetados.
En una oportunidad, un desenfadado director me reconvino por trabajar mucho. Tenía razón, lo comprendí con el tiempo, con la experiencia. Los que deben actuar en la educación, los actores, son los alumnos. El docente debe ser el gran director de escena: el que orienta, muestra el cómo, el que informa, el que corrige; en fin, el que enseña.
Juan Carlos Ramirez

domingo, 7 de junio de 2009

Tango y filete, identidad de Buenos Aires

No es casual la relación entre tango y filete, comparten la misma necesidad, la de expresar la identidad porteña resultante de la interacción multicultural de nativos e inmigrantes. Además de sus orígenes humildes, comparten la marginación a la que los sometieron las élites culturales. El tango fue considerado vulgar hasta que triunfó en Europa y Estados Unidos; el filete padeció la indiferencia hasta comienzos de la década de 1970. Tango y filete configuran una hermandad artística que se nutre de la filosofía de los porteños, expresada literariamente en frases y leyendas pintadas en carros y camiones que en muchos casos, son extraídas de las letras de tangos; plásticamente, solían incluir el retrato pintado de Carlos Gardel, máximo exponente tanguero.
La escultora argentina Esther Barugel, y su marido Nicolás Rubio, pintor catalán estudioso de la arqueología, artesanías y pinturas populares americanas, comenzaron a investigar a fines de la década de 1960, sobre el arte de filetear camiones, colectivos y carros. En sus indagaciones comprueban la indiferencia de los artistas locales por el fileteado, ya que consideraban que debían inspirarse en lo foráneo, y ello fue el disparador para que el matrimonio comenzara en 1967 una investigación. Recogieron material fotográfico y testimonios en los ámbitos de los mercados, talleres, bares, etc., de lo concerniente al fileteado, arte netamente local pero totalmente ignorado, que publicaron en “Los maestros fileteadores de Buenos Aires”.
El matrimonio Rubio convenció en 1970, a un grupo de grandes fileteadores para que expusieran sus trabajos en la galería Wildenstein de Buenos Aires. En esta primera exposición de fileteados, el éxito de público y crítica les abrió las puertas del mundo del arte socialmente reconocido
El filete logró sobrevivir a los cambios, pasó de los vehículos de tracción a sangre a los camiones y colectivos; cuando cayó en desuso en los medios de transportes, se adapto a los nuevos medios y lugares: la arquitectura, decoración de bares, restaurantes, muebles, objetos de todo tipo, gráfica, cartelería, tapas de libros y discos, e incluso, guitarras.

Investigación de Luís Alberto Plaquín

sábado, 30 de mayo de 2009

La Vida debería ser al revés


Se debería empezar muriendo y así ese trauma está superado. Luego te despiertas en una residencia mejorando día a día. Después te echan de la residencia porque estás bien y lo primero que haces es cobrar tu pensión. Luego, en en tu primer día de trabajo te dan un reloj de oro.
Trabajas 40 años hasta que seas bastante joven como para disfrutar del retiro de la vida laboral. Entonces vas de fiesta en fiesta, bebes, practicas el sexo y te preparas para empezar a estudiar. Luego empiezas el cole, jugando con tus amigos, sin ningún tipo de obligación, hasta que seas bebe. Y los últimos nueve meses te pasas flotando tranquilo, con calefacción central, room service, etc..
Y al final, abandonas este mundo en un orgasmo.
Quino

De mitos, mentiras y verdades

Durante las últimas semanas recorren nuestros pagos de Ezeiza versiones de que se están secuestrando chicos para comerciar sus órganos. Padres y madres amedrentados llevan a los niños al colegio y los van a buscar a la salida. Los trascendidos arrecian. Tanto es así que dicen, que dicen... No hay denuncias ciertas. Cualquier hecho se tergiversa o se inventa. Se comenta en la feria, en la calle, en el almacén, en las escuelas. Podemos pensar que se trata de una campaña mal intencionada de corte político eleccionaria. Una morbosa campaña para sembrar el terror entre los ingenuos ciudadanos. Y dar por terminado el asunto. Pero el sólo hecho de pensar que los niños están expuestos a ser secuestrados y descuartizados pone los pelos de punta de toda la comunidad.
No puedo apartarme de mi formación psicológica social e interpretar esta situación desde esa mirada. Los padres saben que sus hijos sí están expuestos a ser atrapados y sus órganos destrozados hasta causarles la muerte. Reniegan de ponerle un nombre cierto a esta amenaza, y algunos prefieren creer que existe una banda de malvados acechándolos. El miedo paraliza y aterra. Krishnamurti (filósofo hindú) decía que el miedo sólo existe a lo desconocido. Si uno conoce, e identifica el objeto de su miedo, el miedo desaparece, y uno puede actuar, defenderse y estar prevenido. Sólo podremos desmitificar estas versiones catastróficas si identificamos cuál es el enemigo real y cierto de nuestros chicos.
Los niños, niñas y adolescentes sí están siendo emboscados. Son buscados, secuestrados y atrapados por un mal que se llama DROGA y ALCOHOL. Sus órganos, empezando por el cerebro y siguiendo por el hígado, pulmones, vías respiratorias y el resto del organismo son afectados irreversiblemente, hasta lograr quitarles la vida (en todos los sentidos y acepciones de la palabra). Somos los padres, abuelos y educadores quienes debemos conocer e identificar al enemigo de nuestros chicos, para poder enfrentarlo. Vamos a Wikipendia en Internet y nos dice que Paco es una droga callejera de bajo costo elaborada a partir de los residuos de la cocaína, procesada con queroseno y ácido sulfúrico(ocasionalmente se utiliza cloroformo, éter o carbonato de potasio. Se suele consumir por vía respiratoria en pipas (generalmente caseras)o sobre la marihuana en forma de cigarrillo (marciano, bazuco, nevado) y, debido a su composición química, es altamente adictiva. Se le conoce por el nombre de "Pasta Base", "Pasta", "Lata", "Tumba", entre otros. Cuesta alrededor de $ 5.- la dosis. Es altamente adictivo. El consumidor al ingerir una dosis experimenta varias etapas: Euforia: disminución de las inhibiciones y sensación de placer que dura de 1 a 5 minutos; Disforia: comienzo de sentimiento de angustia, depresión e inseguridad. Adicción: consumo sin interrupciones, buscando mitigar la sensación de disforia. Y finalmente la etapa de psicosis y alucinaciones en la que surge la pérdida de contacto con la realidad, agitación, paranoias, agresividad y alucinaciones que pueden durar semanas. Durante la euforia, la persona parece atontada, se queda sin habla y se le abren los ojos más de lo normal. Luego de esta euforia pasajera todo lo demás es disforia y adicción o como se dice popularmente "fisura" o estar "doblado", "quebrado", la persona se vuelve seria y su único interés es seguir fumando a cualquier costo.
Se estima que en Argentina se consumen 400.000 dosis de paco por día. El adicto puede llegar a robar para poder adquirir la dosis. Algunos especialistas la llaman la droga del exterminio. Es importante que podamos identificar cuándo estamos en presencia de un consumidor, sea alguien cercano o incluso nuestros propios hijos, para poder ayudarlos y que puedan salir de este flagelo mediante un tratamiento adecuado y profesional. Algunos síntomas que podemos advertir son: Deambulación, no pueden parar de caminar, los pies se les lastiman. Expectoración de sangre o mucosa sanguinolenta del tracto respiratorio. Degradación progresiva de la piel. Debilitamiento de los músculos. Reducción acelerada del peso corporal en algunos casos produce anorexia. Desgano e insomnio. Midriasis (ojos vidriosos). Náuseas y vómitos. Hipertensión arterial. Migraña (dolor de cabeza) severa. Amnesia afectiva. Taquicardia (palpitaciones). Frecuentemente produce ulceraciones en los labios y la cavidad bucal. Comportamiento errático y violento. Manchas oscuras en los dedos de las manos y quemaduras y costras en los dedos. En abstinencia sueño profundo, sopor y diarreas incontrolables.
La recuperación del adicto requerirá atención profesional médica y psicológica. Dónde pedir ayuda. En forma gratuita: La Provincia de Buenos Aires, cuenta con la Subsecretaría de Atención de las Adicciones, del Ministerio de Salud, Número Telefónico gratuito 0800-222-5462. En nuestro medio el CPA (Centro de Prevención de Adicciones) Dirección: Diego Laure Nº 105 y Ruta 205 - 1º Piso - Horario: L a V 9 a 17 hs. Teléfono: 4232-8832. Es de destacar que a raíz de las medidas de fuerza de los trabajadores de los CPA, se nos informó que ellos luchan junto a la comunidad, familiares, pacientes y organizaciones en defensa de una política pública en adicciones digna, es decir con una mirada sanitaria (se estaría intentando mudarla del ámbito del Ministerio de Salud al del Poder Ejecutivo), con un presupuesto acorde a las necesidades, con trabajadores con los derechos que corresponden es decir enmarcados en leyes adecuadas, y con cupos para internaciones.
María Amelia Militelli

domingo, 17 de mayo de 2009

Un orgasmo contínuo

“Escribir es un orgasmo continuo”…es una frase que leí en el tren, estaba en el periódico de un hombre que leía tranquilamente, sí, soy de esas molestas personas que a veces se olvidan su libro y tienen que entretenerse con lo que leen los demás, pero a veces es mejor así porque el azar puede llevarte a encontrar frases curiosas que te hagan meditar.
No se como serán los orgasmos del autor del artículo, creo que son cosas diferentes aunque es una buena comparación, equiparable al placer de pintar y esa frase me hizo pensar en por qué el escritor puede seguir con su papel y lápiz cuándo el pintor se ve avocado a dejar su lienzo, empujado por las absurdas normas de algunos sectores del mundo del arte la mayoría de veces hipócritas. Es como el academicismo contra el que tenían que luchar impresionistas o fauvistas, pero al revés porque ellos estaban mal vistos por romper moldes y ahora se premia el “romperlos” aún a sabiendas de traspasar esa fina línea que a veces separa el arte de la pura ridiculez y que muchos no saben diferenciar o son reacios a diferenciarla por miedo a no ser aceptados. Esas personas deberían leer cuentos que quizá nunca leyeron y fijarse en sus moralejas como por ejemplo “El traje nuevo del emperador”; nadie se atrevió a decir que el emperador estaba desnudo por miedo, solo la voz de un niño, la voz de la inocencia y la honestidad, un cuadro en blanco, solo es un puto cuadro en blanco.
Ahora no se aceptan los viejos métodos, pero yo creo que los viejos métodos son lícitos porque cada individuo puede ser original ,crear su propio lenguaje, las combinaciones en pintura son infinitas, como lo son en música o en la escritura. No puedo aceptar la afirmación de Argullol por ejemplo de que el arte ha muerto, de que ya se ha explotado todo. El arte seguirá vivo mientras el ser humano siga sobre la faz de la tierra y a través de cualquier medio que quiera hacer suyo.
La magia del lienzo es el diálogo que se establece con él, un espacio cambiante que responde no se a que coordenadas, el por qué ahora este trazo o por qué aquél color junto aquél otro, se va configurando algo que habla de ti y cuando llegas a rozar la idea que querías transmitir, el ver que has escupido un trocito de tu alma en esa superficie, sí, se puede considerar esa sensación como un orgasmo.
Escuché un pintor que decía que él había levitando ante uno de sus cuadros, a mi me pasó algo parecido pero bueno, fue con la ayuda de unos cuántos vasos de anís, mi cuadro delante casi acabado y la voz rota de Chavela Vargas de fondo, si, realmente entré en trance. Recuerdo sin embargo la primera obra que me hizo creer en que si existe honradez dentro lo que llamamos arte moderno y de que realmente pueden vivirse experiencias estéticas con el arte a través de múltiples formas y manifestaciones. Era una instalación de Christian Boltanski. Te adentrabas en un pasillo cuyas paredes estaban formadas por multitud de cajas de metal, cada una de ellas representaba a una persona que ya se había ido. A través de sus fotografías en blanco y negro, las tonalidades de los recuerdos del lejano pasado que sin embargo a todos nos acompaña te hacía pensar en todo lo que encerraban aquellas sonrisas, sus expresiones y por ende en tantos misterios, en el caos y el orden, el tiempo y el espacio, dudas… . Realmente los sentimientos que llegó a hacer brotar el artista en mi estando allí en medio, personalmente son tan dignos como contemplar los girasoles de Van Gogh en la National Galery de Londres.
Cristina Parias

martes, 14 de abril de 2009

Inseguridad, Memoria y Pibes Chorros

Debemos hacer conocer a los jóvenes y recordar a los adultos, que las divas que se mencionan en la nota Violencia y Seguridad, junto con el anciano y cascarrabias conductor, lucraron con la dictadura y por aquel entonces, no se dieron cuenta de la inseguridad reinante pese a los 30 mil desaparecidos. Tampoco Cacho Castaña, que hacía spots televisivos en favor de los criminales que gobernaron de facto a nuestro castigado país.
Juan Carlos Ramirez

Hoy por casualidad cayó en mis manos una revista noticias del año 1995. No tiene desperdicio. Habría que refrescar la memoria de los argentinos. Tenemos un pueblo un tanto olvidadizo. Hablan de inseguridad. ¿Te acordás del auto traido por la diva de contrabando con un subsidio para discapacitados? ¿Y el fraude de la tele con el cura violador? Y....? Y ahora tenemos un comisario mechero y un juez que se cuelga de la luz!!! Y todavía tienen la cara para hablar de inseguridad y de indignarse porque haya pibes chorros!!! Y lloran a Alfonsin porque era "honesto", como si no tuviera que ser una condición sine qua non para desempeñar un cargo público. De eso estamos hablando desde este espacio de Ezeiza.
María Amelia

jueves, 9 de abril de 2009

Violencia y seguridad

La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve. Martin Luther King.
Las últimas semanas nos encuentran envueltos en un manto de información y premoniciones catastróficas. Se habla de inseguridad en todos los medios, diarios, noticieros, radio, y cualquier programa televisivo. Todos opinan y proclaman. “El que mata tiene que morir” sentencia la diva a la vez que declara que debió blindar su auto para poder salir de su casa en Barrio Parque. “Tenemos que agarrar los fierros” se anima el cantor tanguero. “No nos queda otra que encerrarnos en un country y vivir enrejados” proclama el conductor popular y dueño de una de las mayores productoras del medio. “Convoquemos a una marcha” invita la pulposa y añosa vedette. Allí van temerosos ciudadanos a escuchar una politizada arenga por parte de un sacerdote católico y un rabino, que lo menos que hicieron fue invitar a la pacificación, la reflexión y la cooperación entre los seres humanos de buena fe. Y como quien le echa leña al fuego, o nafta sobre las cenizas muchos comunicadores se restriegan las manos sacando pingües beneficios del terror que provocan en la gente de bien. “La violencia engendra violencia, como se sabe; pero también engendra ganancias para la industria de la violencia, que la vende como espectáculo y la convierte en objeto de consumo” (Eduardo Galeano).
Tendríamos que buscar el origen de la inseguridad que nos atormenta en la VIOLENCIA. Violencia en la televisión, violencia en los juegos de la computadora, violencia en Internet. Violencia verbal entre los dirigentes políticos. Violencia en las escuelas. Violencia en los bailes. Violencia familiar. Violencia de género... Un estudio de UNICEF, sobre la violencia contra los niños y niñas la define como el uso deliberado de fuerza o poderío físico, real o en forma de amenaza, que tenga, o pueda tener como resultado, lesiones, daños psicológicos, un desarrollo deficiente, privaciones o incluso la muerte. También es violencia no tener futuro o un por qué. Es violencia no tener sueños ni proyectos. Es violencia no tener trabajo ni dignidad. Es violencia no tener una justicia justa y oportuna. Es violencia tener dirigentes, funcionarios, empresarios, empleados, jueces o policías indolentes, o lo que es peor corruptos. Es violencia que un chiquito no tenga clases porque los mayores no saben ponerse de acuerdo. Es violencia que el mismo pequeñito encienda la tele y vea que los que debieran ser sus ejemplos recurren siempre, y como primer recurso, a la fuerza para dirimir sus diferencias. Es violencia el doble discurso: Les enseñamos que la democracia es la mejor forma de gobierno y por otro lado ven que en el Congreso no se debaten ideas ni proyectos, por el contrario, cada uno quiere salirse con la suya, y nadie aporta soluciones de consenso. “...Me opongo a todo porque soy “oposición”...” “La única salida es ganar o ganar”. Les decimos que es bueno trabajar y esforzarse, y por otro lado los ídolos mediáticos son jugadores de fútbol y bailarinas de caño, todos ellos con carreras meteóricas hacia el estrellato y la riqueza. Pretendemos “alejarlos de la droga” mientras que en muchos hogares existe el alcoholismo, y la adicción, la falta de respeto y hasta la violencia física en forma cotidiana. Quienes deberían amar y cuidar no lo hacen. Padres que no saben ni dónde ni con quién están sus hijos.
Nuestra sociedad está sufriendo los vendavales de una crisis importada, pero que nos afecta. Deberíamos recordar la propia crisis vivida entre los años 1999 y 2003, y capitalizarla como una experiencia de aprendizaje. Salimos de esa crisis porque los argentinos nos unimos. Porque el pueblo argentino es solidario y creativo. Porque habíamos llegado a un fondo que nunca habíamos imaginado que pudiera existir. Porque todos, o por lo menos la mayoría de nosotros puso el hombro y lo mejor de sí, pero fundamentalmente porque no perdimos la fe. Y contra todos los prejuicios y las predicciones, y sin ayuda de los popes internacionales de la economía salimos adelante. ¿Ingenuamente? Pensé que habíamos salido fortalecidos. Todavía estoy segura de ello. Aunque quieran hacernos creer lo contrario. Digámosle basta a la violencia. Volvamos cada uno a nuestro trabajo y tratemos de hacerlo lo mejor posible. Nuestros chicos nos están mirando todo el tiempo. A ellos les debemos su futuro. Ellos se merecen un mundo mejor....

Por: María Amelia López de Militelli

domingo, 5 de abril de 2009

Memoria

Hay que tener memoria y conocer nuestra historia para que nos ayude a no cometer los mismos errores. Tenemos que tomar conciencia de lo que sucede en la realidad; tener un país democrático, es sentirnos parte de nuestra sociedad y saber que como tal, tenemos el derecho de elegir y asignar un representante.
Gladys D.

Lo que entiendo de vivir en dictadura es que la gente vivía con miedo, vivía atemorizada, sin respaldo ni ayuda política, no tenían ni voz ni voto. En la época de la dictadura la gente vivía aterrorizada. En cambio en la democracia la gente puede relacionarse libremente. Yo creo que es mucho mejor vivir en democracia por las razones que tenemos en la vida cotidiana: vivimos en verdad.
Yésica M.

Es mejor la democracia porque hoy en día tenemos derechos de expresarnos y de cambiar lo que es injusto o esta mal. Podemos salir a la calle sin miedo de ser capturados o muertos. Perdimos mucha gente entre la dictadura y esa guerra innecesaria /la de Malvinas/.
Mariel E.

jueves, 2 de abril de 2009

Cuál es tu paga...?¿de qué te quejás...?

Salis tempranito para el trabajo... una hora antes...para llegar a horario...cuatro colectivos te dejan abajo y el quinto te sube...colgando de un brazo... ¿Cuál es tu paga ...? ¿ de qué te quejás...? Llegás a la escuela más de una vez sin desayunar... y del área educativa alguna novedad... ¿ ya planificaste....? ¿tenés los proyectos...? mirá que para ayer los tenés que entregar... Caminás de a trechos sin poder avanzar... dando respuestas...que ni pudiste pensar... Pasás tu jornada entre los nenes con llanto el calor... los mosquitos... y algún otro imprevisto... Vienen de la editorial para que rápido elijas 'el mejor material' (en pocos minutos tendrás que pensar en los contenidos, intereses del niño, el nuevo diseño y el presupuesto de los papás...) ¿Cuál es tu paga...? ¿de qué te quejás...? Como buena camarera servís las meriendas y siempre estas lista para alguna 'incontinencia'... sonás las narices...y curás raspaduras... controlás las vacunas y los documentos los piojos...la cooperadora..... y el par de anteojos... bolsitas de higiene y hacer el diágnostico... a veces te piden que seas doctor que controles dietas...fiebres y reacciones... Pasás asistencia.... escribis los cuadernos de comunicaciones.... Recordás los salarios... constancias ... certificados y caras ... tenés turnos de patio... los turnos de entrada... algún comedor... y alguna 'gauchada'... De los más grandecitos (si es que tenés área) unas setenta carpetas esperan tu mirada... ¿de qué te quejás ...? ¿cuál es tu paga...? De vacaciones tenés 'tres meses' te dice la gente por donde vas... y vos sólo enero (y eternamente...) entre fiestas y apuro te podés tomar... ¿ acaso soñaste con temporada baja? lamento decirte que 'nunca será'... De las 'cuatro horas' que dicen trabajás cuando llegás a tu casa, ponete a pensar, actos escolares...nuevas estrategias, y cien fotocopias que vas a cortar ¡El tiempo te alcanza!...¿de qué te quejás?... todavía te quedan sábado y domingo para corregir las pruebas del último contenido... ¿qué tenés familia?...¿ que tenés una vida?... , es familia de docente ... también es a toda prueba... ¿qué no tenés vivienda?...¿ni planes que la comprendan? ¿pagás alquileres altos?...¿tenés préstamos y deudas?... realmente no te comprendo...¡con el sueldo de maestro!... Tu trabajo es tan seguro que si mañana cesás tendrás que empezar a rodar por cuanta escuela aparezca porque vos no tenés pre-aviso ni seguro de desempleo... Para vos no hay planes de ayuda...ni tarjetas doradas... ni ticket-canasta ...ni nada... y si tenés la suerte de encontrar otra suplencia en unos escasos tres meses podrás empezar a cobrar mientras tanto ..que te fíen...(si es que crees en milagros) los dueños del supermercado...la farmacia...el locatario... los gastos fijos e impuestos...total...¡Sos maestro!... maestro en el arte de no poder enfermarte... si esto te pasara por desgracia...además de ser criticado por tan tamaña osadía...tendrás que sufrir la agonía de un trámite eterno y frustrante...el médico que no viene la escuela que quiere el diagnóstico... un servicio que te maltrata como si fueras un delincuente... y tu angustia que te agota de tanto sentirte impotente... Pero no te quejés...sos maestro...vos elegiste enseñar... vos quisiste todo esto, que en una época fue un orgullo un sueño de quijote...¡formar hombres!... enseñarles el valor de la palabra libertad enseñarles de valores... de heroísmo ...de templanza... vos pusiste en la balanza todo lo que hay que poner... el caríño ...el esfuerzo...la fé... y aunque no te den anteojos...vos quemaste tus ojos con el polvo de la tiza y las noches de lectura para mejorar saber te quedaste medio sordo por el grito de los chicos que por cientos en recreo te regalan su sonido... y tus pobres cervicales...y tus piernas...y tus manos... pero vos...no sos humano...para vos ...¡No hay presupuesto! Vos inventás todo esto para poderte quejar... si lo que vos ganás ...son tres botellas de vino que en el almuerzo toman 'algunos'...un paseo...alguna cena... vos por tu magro sueldo tenés que aprenderte bien lo de la 'responsabilidad civil' porque al hacerte maestro casi te eligieron de 'gil'...hacete cargo de todo... lo moral.... y lo social...si el chico come o no come... si juega o si no sabe jugar... escucharás quejas...problemas y tragedias se te arrugará el alma enterándote de drogas....de abusos y de alcohol serás testigo de tantas miserias...que a veces querrás renunciar pero sos maestro ante todo...por eso...¿qué te van a pagar?... vos con todo esto en el aula presente, a pesar de todo tendrás que enseñar...y con calidad! y en última instancia será relativa la carga cultural por ahí te dirán: ¡que sea divertida...sólo hay que tratar! Bajemos el tono de la responsabilidad...es un viejo concepto.... mejor entretener...hacerlos reir...poder contener... Si los padre no pueden... vos tendrás que poder... pondrás los límites que otros no pueden... enseñarás higiene y normas de salud... Si sentís ternura o pena por un niño mejor que no lo expreses o tengas cuidado con el gesto de afecto que puedas tener no sea que alguno con intereses profanos te acuse de algo que comete él... A todo estás expuesto querido maestro llegás a tu casa abatido y sin fuerzas y para tu propia familia a veces sin respuesta y como broche de oro escuchás en la 'tele' ¡qué les pasa a los maestros!...¡qué reclaman de sueldo!.... porqué no piensan en los pobres chicos.... ¡Para vos no hay plata!...cobrás demasiado por formar personas... si...no hacés baile del caño....ni te operaste las lolas... vos sólo pensás qué podés cambiar, para que el más calladito se decida a hablar... para que el más nervioso, encuentre la calma... para que el más desnutrido, coma mañana.... y para que algún abusado encuentre la salida... Te quedás sin dormir buscando respuestas para el duro problema que te acercó ése padre.... para el chico que viene sin zapatillas ni medias en pleno invierno... ¡Pero qué atrevido!...todavía pensás en quejarte... en reclamar un salario digno y respetable... Si llegaran a darte unos pesos de más te echarán la culpa ante la sociedad de todos los aumentos que puedan pasar... La prensa y los medios juzgarán y opinarán sin haber estado nunca en tu lugar... Si querés poner pautas o marcar los límites serás un tirano o discriminarás... En la gran vidriera en que estás expuesto todos se sienten con derecho a saber más pero ahí en el aula...sólo...ante la realidad... vos y tu alma se las tendrán que ingeniar.... Y ...al margen de todo esto...no olvides capacitarte durante los siguientes 15 años... en el tiempo que te sobra...si sólo trabajás cuatro horas....en verdad son 9 (en el mejor de los hipotéticos casos por que trabajas doble turno)...otros trabajan ocho... pero los más ..¡Veinticuatro!... Y seguro me quedan unas cuantas cosas de la lista de las que hacés...pero sos maestro...¿qué querés? ¡Ah! no te olvides del día del niño y fiestas variadas que tu 'bolsillo' deberá recordar...por eso... ¿de qué te quejas...? ¿cuál es tu paga...? si cuando hace falta sacás de la manga... algún delantalun libro ... un consejo... alguna dirección útil... y palabras de consuelo... ¿de qué te quejás...? ¿qué más te pidieron...? si subiste al altar al hacerte maestro... y... los santos...no comen ... ni tienen familia...desprecian el dinero... no tienen problemas...sus nervios son de acero... ¿de qué te quejás....? ¿cuál es tu pago...? si para ser maestro, hoy se requiere... ser MAGO.
Norma Y. Régolo (humilde maestra).

sábado, 28 de marzo de 2009

Malvinas: el crimen de la guerra

Los 27 años transcurridos desde aquel 2 de abril de 1982 permiten consensuar que fue una guerra absurda, una aventura criminal, según quedó demostrado en los procesos abiertos posteriormente. Las Fuerzas Armadas, responsables primeras pero no únicas, comenzaron por entonces un acelerado proceso de búsquedas de chivos expiatorios, limitadas a defender el secreto mafioso de las acciones aberrantes y de las desapariciones de personas.
El Ejército argentino moderno nació en dos guerras infames: la de la Triple Alianza y la de la llamada “conquista del Desierto”. En los dos casos se buscó la apropiación territorial con el fin de repartir las tierras entre los dueños del poder. El ejército de las leyendas escolares, murió cuando se dejó a San Martín abandonado en Guayaquil. Nuestro Ejército se forjó en la represión de los primeros de Mayo a comienzos del siglo pasado, en la Semana Trágica; en la Patagonia Rebelde; en la matanza de los quebrachales, en los golpes de Estado; los fusilamientos de anarquistas, de obreros, en los bombardeos aéreos a los civiles en Plaza de Mayo, en Trelew, en la Triple A, y en la masacre sistemática, planificada, que comenzó el 24 de marzo de 1976, secuestrando, torturando, violando, robando bebés a sus madres en cautiverio, para después asesinarlas.
Recuerda el columnista Carlos Abel Suárez que Jorge Luís Borges decía, pocos meses después de la capitulación de las tropas argentinas, que “la de Malvinas fue una guerra entre dos calvos que se disputaban un peine”. Y agregaba: “los militares argentinos que gobiernan actualmente son ignorantes e incompetentes, y mucho más peligrosos para sus compatriotas que para el enemigo”.

Malvinas no fue improvisación

Entre 1977 y 1982, la Argentina compró armas por unos 2.000 millones de dólares; durante la guerra de Malvinas –cuando estaba vigente el bloqueo– se gastaron millones de dólares en la compra de armas a Israel, mediante una operación de triangulación con el Banco Ambrosiano, del cardenal Marzincus. No se trato de la ocurrencia de un general borracho, en la estrategia misma de la dictadura estaba desde el inicio, el conflicto territorial. Ya en 1979 se estuvo a punto de llegar al enfrentamiento bélico con Chile, lo que hubiese significado pérdidas humanas superiores a las de la guerra de Malvinas. La Central obrera intuyo los acontecimientos que se desarrollarían, anticipadas por el diario La Prensa, porque no debe dejarse de lado la consigna de Paz, Pan y Trabajo, en el paro y movilización del 30 de marzo de 1982.

La oposición

A fines de abril comenzó a circular un folleto titulado: ¿La verdad o la mística nacional? Estaba firmado por el Círculo Espacio Independiente, perteneciendo la autoría a Carlos Alberto Brocato, un intelectual de larga trayectoria en la lucha sindical. La nota, reproducida por el semanario Nueva Presencia, denunciaba que Malvinas se monto sobre tres falacias: La falacia de una soberanía nacional, que escondía la evidencia de que el pueblo había sido despojado del ejercicio soberano del poder, en tanto llamaban soberanía a una cuestión territorial. Aquellos que no se inmutaban ante el remate del patrimonio nacional y que habían llegado al poder matando y sometiendo, se constituían en intérpretes y representantes de la soberanía. Una segunda falacia se montaba en relación al colonialismo, proponiendo que se trataba de la dictadura de un país oprimido que enfrentaba a un imperio colonial, por lo que era una guerra justa y tenían todos que aliarse a los genocidas torturadores. Y la tercera falacia es que se habían agotado los tiempos de la negociación; patraña en la que entró toda la dirigencia política argentina.

Juan Carlos Ramirez

martes, 24 de marzo de 2009

Noticias

La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó la sentencia a reclusión perpetua por genocidio para el represor y ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense, Miguel Etchecolatz. El máximo tribunal del país ratificó además que quienes cometen delitos de lesa humanidad deben cumplir la pena en cárcel común, independientemente de la edad del represor. Jorge Julio López, considerado el "primer desaparecido en democracia", es buscado desde hace más de dos años y las organizaciones de defensa de los derechos humanos aseguran que en el hecho están involucrados miembros de las fuerzas de seguridad que actuaron durante la dictadura. En el testimonio que ofreció en el juicio contra Etchecolatz, López identificó a éste como uno de sus torturadores cuando estuvo secuestrado durante dos años y medio por agentes del régimen militar, el cual causó la desaparición de 18.000 personas, según datos oficiales, aunque organismos humanitarios elevan esa cifra a 30.000.
Cuantificar es necesario para tener una idea de la magnitud... pero de la magnitud del dolor provocado, del dolor presente, esa, esa es inconmensurable.
Juan Carlos Ramirez

Julio Jorge López

Julio alguna vez dijo que daría su vida por la patria. Lo dijo en un asado. Se lo dijo a Martín González. Lo dijo en serio. El comentario se tomó con cierta naturalidad, después de todo los muchachos que estaban en el asado eran peronistas y eran muchachos y pensaban dar su vida por la patria. Puede ser que la conversación haya involucrado alguna reflexión sobre las circunstancias políticas aunque es más factible haya virado a algún tema trivial. Lo cierto es que Julio había dicho que daría la vida por la patria. Nadie lo notó pero yo recalco que las palabras sonaron firmes. De la cantidad de palabras que se dijeron en ese asado yo solamente transcribo ese comentario porque es el único que me sirve para desarrollar la historia.
A Julio lo secuestraron el 7 de diciembre de 1976. En esos tiempos hacían desaparecer a los jóvenes que militaban en alguna agrupación subversiva y como Julio era montonero fue capturado y conducido al CCD "La Perla" de la ciudad de La Plata. De este episodio también tomaré un solo aspecto: un comisario de apellido Etchecolatz que pocos días antes lo había torturado lo obligó a construir una serie de celdas. Es llamativo, el preso, el detenido, el desaparecido construyendo su lugar de tortura. Hay algo de esta imagen que me resulta metafórica. Cinco años después, Julio pudo recobrar su libertad. Otros no lo hicieron. Para el caso tenemos a Martín González que aun está desaparecido. Julio llegó a su casa y se reencontró con la que más tarde sería su mujer, Margarita Solim. Una lágrima cayó por el rostro curtido de la enamorada. Más de una vez ella había soñado que nunca volvería a verlo. Parecería que la gente gradúa sus emociones al momento en que vive. Ella lloraba al ver a su hombre. Al mirarlo se sentía feliz. Tomemos a las millones de mujeres que ven a sus hombres llegando a su casa, es una escena cotidiana y simple que se puede celebrar con un saludo o con un beso en la mejilla. Pero el hombre que estaba entrando había desparecido y ese regreso era más bien extraño a su destino. Desde este punto de vista el llanto es razonable.
Los años apagan el fuego. Julio fue albañil, Construyó casas, arregló piezas, levantó paredes. Margarita Solim le dio tres hijos que pronto dieron nietos. Omito detalles de lo que fue una vida común, esa no es la historia que quiero contar. La foto que recuedo muestra a Julio levantando el dedo. La gorra que tiene puesta no impide apreciar las canas de hombre mayor. Está señalando al comisario Etchecolatz porque el juez le había pedido que indique al torturador. Su testimonio es vital para el juicio. Julio no duda. Su dedo de albañil apunta al comisario que ese mismo día recibe la condena. Me pregunto si Julio pensó que podrían matarlo por aquel testimonio. Diré que sí. Diré que supo desde el primer momento que lo volverían a secuestrar. Puedo decir también que el albañil nunca dejó de ser un desaparecido y que se tomó veinticinco años para cumplir su promesa.
Julio necesitó estar en el juicio para que Etchecolatz pudiese ir preso, el resto fue reencontrar su destino. Ahora camina por una vereda de baldosas rotas. La luz de la mañana le pinta el rostro de amarillo. Sabe que no llegará a los tribunales donde el torturador recibirá la condena. Camina sereno y con los ojos abiertos, satisfecho, justificando estos veinticinco años. Gira la cabeza cuando un auto que me imagino nuevo frena de golpe. Apenas se resiste cuando lo agarran entre cuatro personas. Uno de ellos levanta la gorra que ha quedado en el piso.

Mariano Bringas