El engaño de Marte se inicia en 2003, cuando la Tierra y Marte pasaron por un acercamiento especialmente favorable en donde ambos planetas estuvieron separados por 56 millones de kilómetros. Aún así, en su mejor momento Marte apenas llegó a unos 24 segundo de arco, aún 75 veces más pequeño que el diámetro aparente de la Luna llena. No hay forma alguna de que a simple vista Marte se vea del tamaño de la Luna llena.
Razonemos un poco: Marte es un planeta con una órbita estable, que orbita el Sol en un plano apenas algo diferente que el de la Tierra y por fuera de la órbita de nuestro planeta (o sea, más alejado del Sol). Mientras el período orbital de la Tierra (el año) es de 1 año, el de Marte es de 1.8808 años. Las órbitas no son circulares, sino que tienen cierta excentricidad (son elipses). Cada aproximadamente año y medio la Tierra y Marte tienen un "mayor acercamiento", y la distancia que separa ambos mundos en esas ocasiones depende del punto de las órbitas en los que se encuentren la Tierra y Marte en esas fechas. En ciertas ocasiones, como lo fue en 2003, esta geometría hace que la distancia sea mínima y el acercamiento sea favorable: un interesante espectáculo si se tiene un telescopio.
Ahora bien, Marte posee un diámetro de 6792 kilómetros, ¿a qué distancia debería estar Marte para verse grande como la Luna llena en los cielos de la Tierra? A unos 778000 kilómetros (recordemos en el mejor de los casos se localiza a unos 56 millones de kilómetros) Esta distancia es apenas el doble de la distancia Tierra-Luna. Entonces, ¿cómo Marte, teniendo una órbita estable como la de la Tierra, puede acercarse a nuestro planeta a una distancia tan pequeña como apenas el doble de la que nos separa de la Luna? No puede suceder. La única manera de ver a Marte grande como la Luna llena a simple vista es en una nave espacial, algo que por lo pronto nadie a hecho.
Por: Enzo De Bernardini.
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