“Escribir es un orgasmo continuo”…es una frase que leí en el tren, estaba en el periódico de un hombre que leía tranquilamente, sí, soy de esas molestas personas que a veces se olvidan su libro y tienen que entretenerse con lo que leen los demás, pero a veces es mejor así porque el azar puede llevarte a encontrar frases curiosas que te hagan meditar.
No se como serán los orgasmos del autor del artículo, creo que son cosas diferentes aunque es una buena comparación, equiparable al placer de pintar y esa frase me hizo pensar en por qué el escritor puede seguir con su papel y lápiz cuándo el pintor se ve avocado a dejar su lienzo, empujado por las absurdas normas de algunos sectores del mundo del arte la mayoría de veces hipócritas. Es como el academicismo contra el que tenían que luchar impresionistas o fauvistas, pero al revés porque ellos estaban mal vistos por romper moldes y ahora se premia el “romperlos” aún a sabiendas de traspasar esa fina línea que a veces separa el arte de la pura ridiculez y que muchos no saben diferenciar o son reacios a diferenciarla por miedo a no ser aceptados. Esas personas deberían leer cuentos que quizá nunca leyeron y fijarse en sus moralejas como por ejemplo “El traje nuevo del emperador”; nadie se atrevió a decir que el emperador estaba desnudo por miedo, solo la voz de un niño, la voz de la inocencia y la honestidad, un cuadro en blanco, solo es un puto cuadro en blanco.
Ahora no se aceptan los viejos métodos, pero yo creo que los viejos métodos son lícitos porque cada individuo puede ser original ,crear su propio lenguaje, las combinaciones en pintura son infinitas, como lo son en música o en la escritura. No puedo aceptar la afirmación de Argullol por ejemplo de que el arte ha muerto, de que ya se ha explotado todo. El arte seguirá vivo mientras el ser humano siga sobre la faz de la tierra y a través de cualquier medio que quiera hacer suyo.
La magia del lienzo es el diálogo que se establece con él, un espacio cambiante que responde no se a que coordenadas, el por qué ahora este trazo o por qué aquél color junto aquél otro, se va configurando algo que habla de ti y cuando llegas a rozar la idea que querías transmitir, el ver que has escupido un trocito de tu alma en esa superficie, sí, se puede considerar esa sensación como un orgasmo.
Escuché un pintor que decía que él había levitando ante uno de sus cuadros, a mi me pasó algo parecido pero bueno, fue con la ayuda de unos cuántos vasos de anís, mi cuadro delante casi acabado y la voz rota de Chavela Vargas de fondo, si, realmente entré en trance. Recuerdo sin embargo la primera obra que me hizo creer en que si existe honradez dentro lo que llamamos arte moderno y de que realmente pueden vivirse experiencias estéticas con el arte a través de múltiples formas y manifestaciones. Era una instalación de Christian Boltanski. Te adentrabas en un pasillo cuyas paredes estaban formadas por multitud de cajas de metal, cada una de ellas representaba a una persona que ya se había ido. A través de sus fotografías en blanco y negro, las tonalidades de los recuerdos del lejano pasado que sin embargo a todos nos acompaña te hacía pensar en todo lo que encerraban aquellas sonrisas, sus expresiones y por ende en tantos misterios, en el caos y el orden, el tiempo y el espacio, dudas… . Realmente los sentimientos que llegó a hacer brotar el artista en mi estando allí en medio, personalmente son tan dignos como contemplar los girasoles de Van Gogh en la National Galery de Londres.
Cristina Parias
hola. SOY DOCENTE DEl PARTIDO DE EZEIZA Y LEI LAS NOTAS SOBRE EDUCACION, MUY INTERESANTE. TENGO OTRA ACTIVIDAD, QUE GRACIAS A DIOS ES MI CABLE A TIERRA, PINTO HACE MUCHOS AÑOS Y ESTO SE PUEDE CONSIDERAR COMO UNA TERAPIA, CREO QUE TANTO DOCENTES COMO ALUMNOS SE TENDRIAN QUE INICIAR EN ESTE HERMOSO CAMINO DEL ARTE.
ResponderEliminarViviana Atterio