Es claro que es el trato personal lo que nos humaniza;
brindamos y nos da vida cada abrazo, cada
conversación, cada cruce de miradas, furtivas o compartidas. Sin embargo he
aprendido en los últimos tiempos la valía de poder compartir sentires por las
redes virtuales; me ha permitido reirme/acompañar/aprender, en fin, de alguna
manera gozar siempre de la amistad que me brindan, aunque no nos conozcamos
personalmente.
Pasamos momentos intensos en emociones, desde sonrisas que
no alcanzan a contener carcajadas, hasta llantos del alma (que no necesita de
lágrimas). Es decir, vivimos intensamente. Sin dudas, también deseo que nos
pase lo mismo en el próximo año pero con menos virtualidad entre nosotros, con
más humanidad, con más carnalidad.
Que nuestros días venideros sigan teniendo esos picos de
felicidad que nos hace alegrar y agradecer por estar vivos. Honrar la vida dijo
la poetisa Eladia Blázquez: “Merecer la
vida es erguirse vertical,/ más allá del mal, de las caídas.../Es igual que
darle a la verdad,/y a nuestra propia libertad/¡La bienvenida!”
Esa es mi promesa y mi deseo para todos ustedes.
¡Feliz Noche Vieja! ¡Bienvenido Año Nuevo! Feliz 2018!
¡Feliz Vida!
Juan Carlos Ramirez Leiva.
Juan Carlos Ramirez Leiva.