«La poesía es una de las expresiones más puras de la libertad de la lengua. Es un elemento constitutivo de la identidad de los pueblos; encarna la energía creativa de la cultura en su facultad de renovarse sin cesar.»
Mensaje de la Sra. Irina Bokova, Directora General de la UNESCO, con motivo del Día Mundial de la Poesía, 21 de marzo de 2013
LA POESIA
POESIA, MUJER, BELLA, INCANDESCENTE..
ESBELTO CUERPO DE PALABRAS,
CABELLO QUE ENMARAÑA LAS VOCES
IMAGEN PURA, LENGUAJE INDELEBLE.
POESIA, HAS LLEVADO EN TU BOCA,
EL AFAN DE UNA ROJA ROSA,
EL CLAMOR DE LA NOCHE OSCURA,
LA LLUVIA DE LOS HUESOS ROIDOS,
LOS FRONDOSOS BOSQUES DE TRISTEZAS,
LOS BLANCOS DESIERTOS MARINOS.
POESIA, HAS RECORRIDO CAMINOS.
VIAJERA INDOMITA DEL TIEMPO,
TE ENRAIZASTE EN LOS LABIOS
DE ANTIGUOS POETAS EN SUS VERSOS,
VOLASTE EN LOS ESTANDARTES
PEREGRINASTE EN LOS LIBROS.
POESIA.
TE QUIERO EN MI VIDA.
VEN, PUEBLA CON TUS SUEÑOS MIS FANTASMAS,
ARRULLAME EN TUS CAMPOS DE TRIGO...
CUENTAME UN SECRETO SOBRE LAS LUCHAS
DE LAS CAUSAS Y CORAZONES PERDIDOS.
POESIA,
NIÑA, ALFARERA,
TE ENTREGO MI CUERPO.
TE REGALO MI SANGRE DE ARCILLA:
MOLDEA EN EL TU CAMINO INFINITO.
ESPARCE SEMILLAS PROSPERAS
SIEMBRA UN RIO QUE ME BUSQUE...
COSECHA EN LOS CAMPOS DE MI VIDA
FLORES DE CEREZO, ESPIGAS DORADAS DE LATIDOS.
ANDREA ZAPLARA.
Nota del editor: Andrea Zaplara es una artísta plástica regional que también nos muestra su sensibilidad a través de la poesía. Es toda una invitación a reflexionar sobre el poder del lenguaje y el florecimiento de las capacidades creadoras de cada persona.
jueves, 21 de marzo de 2013
martes, 19 de marzo de 2013
Guerra contra Paraguay
Antes de la guerra en el paraguay había 435 escuelas, la enseñanza primaria era
gratuita y obligatoria, y no existía el analfabetismo.
Las escuelas fueron arrasadas durante la guerra y nunca se reconstruyeron.
Decoud, que formó parte del gobierno títere liberal, reconoce en 1877 que: “No se ha fundado una sola escuela en la campaña, ni ningún instituto de educación, excepto el colegio que hoy se proyecta fundar en la ciudad para educar apenas cincuenta niños internos gratuitamente. En cambio hay cerca de cien mil niños en al República que vegetan en la más espantosa ignorancia" (Decoud. “Cuestiones políticas y económicas”). Atestigua el argentino General Mansilla: “Es un hecho comprobado que en el Paraguay, durante y después del Gobierno del doctor Francia, era raro encontrar quien no supiera leer y escribir. En toda villa o aldea, los tres edificios que primero se construían por el Estado, y estaban frente a la plaza, eran la iglesia, la comandancia militar y la escuela”.
A las confesiones, agregamos el testimonio de un “representante del pueblo bárbaro del Paraguay”, el teniente Manuel Frutos, sobreviviente de aquel genocidio, que en 1914 evocaba: “Mi pueblo natal, Tbytimí, hoy pobre villorrio, tenía entonces veinticuatro escuelas y en el presente apenas tiene una.”
Fue la guerra más repugnante de América, la más dolorosa y vengativa. Los derrotados fueron aplastados, humanamente destrozados, deshechos junto con su país. Pretendieron que sus consecuencias fueran para siempre. Casi lo lograron. El Paraguay contaba antes del conflicto con 500 mil habitantes, cinco años más tarde su población no pasaba de 116 mil, de los cuales, más de 100 mil eran mujeres, niños y niñas. 90% de los hombres adultos paraguayos murieron en la guerra o a causa de ella.
Fuentes: www.lagazeta.com.ar; www.blogs.elpais.com
Decoud, que formó parte del gobierno títere liberal, reconoce en 1877 que: “No se ha fundado una sola escuela en la campaña, ni ningún instituto de educación, excepto el colegio que hoy se proyecta fundar en la ciudad para educar apenas cincuenta niños internos gratuitamente. En cambio hay cerca de cien mil niños en al República que vegetan en la más espantosa ignorancia" (Decoud. “Cuestiones políticas y económicas”). Atestigua el argentino General Mansilla: “Es un hecho comprobado que en el Paraguay, durante y después del Gobierno del doctor Francia, era raro encontrar quien no supiera leer y escribir. En toda villa o aldea, los tres edificios que primero se construían por el Estado, y estaban frente a la plaza, eran la iglesia, la comandancia militar y la escuela”.
A las confesiones, agregamos el testimonio de un “representante del pueblo bárbaro del Paraguay”, el teniente Manuel Frutos, sobreviviente de aquel genocidio, que en 1914 evocaba: “Mi pueblo natal, Tbytimí, hoy pobre villorrio, tenía entonces veinticuatro escuelas y en el presente apenas tiene una.”
Fue la guerra más repugnante de América, la más dolorosa y vengativa. Los derrotados fueron aplastados, humanamente destrozados, deshechos junto con su país. Pretendieron que sus consecuencias fueran para siempre. Casi lo lograron. El Paraguay contaba antes del conflicto con 500 mil habitantes, cinco años más tarde su población no pasaba de 116 mil, de los cuales, más de 100 mil eran mujeres, niños y niñas. 90% de los hombres adultos paraguayos murieron en la guerra o a causa de ella.
Fuentes: www.lagazeta.com.ar; www.blogs.elpais.com
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