viernes, 26 de noviembre de 2021

Fontanarrosa

Hoy, 26 de noviembre, celebramos el Día Nacional del Humorista en homenaje al nacimiento de Roberto "El Negro" Fontanarrosa. Enorme talento como escritor, humorista, y buena persona, que nació un día como hoy de 1944 en la bella Rosario, provincia de Santa Fe.
Sus libros acercan el fútbol aun a quienes no les interesa ese juego como deporte, por sus humanos personajes y genialidades descriptivas que sólo quizás, logró el "Gordo" Soriano.
Probablemente el personaje que más pegó fue Inodoro Pereyra y su Mendieta, los loros, el cerdo intelectual y sexy, la indiada y demás que acompàñaban a Eulogia Tapia, su compañera, de quién sentenció Inodoro: "Endijpué de tantos años, si tengo que elegir otra vez, la elijo a la Eulogia con los ojos cerrados. Porque si los abro elijo a otra". Comenzó a publicarla en la Revista Ortencia hacia 1972, ejemplares que guarde durante años .

"El Negro" comenzó a trabajar cuando aún no había cumplido sus veinte años, en una agencia de publicidad para la que creó el increible Boogie, el aceitoso. Dejó una numerosa producción literaria siendo su primera novela Best Seller (1981) y su primer libro de cuentos El mundo ha vivido equivocado (1982). En Rosario, el café El Cairo (Sarmiento y Santa Fe), todavía mantiene “la mesa de los galanes”, título de sus cuentos publicado en 1995.
Por estos tiempo, he comenzado a pasar a otros lectores la biblioteca que he armado y atesorado en toda mi vida. Me cuesta desprenderme de ellos pero entiendo que deben seguir haciendo volar a otras persona, dando lo que a mi supieron brindarme esos libros, y no me entristece. Pero los que aún no considero siquiera prestarlos (la forma más habitual de regalarlos), son los que componen mi estantería del Negro Fontanarrosa.
Todo rosarino él, todo canaya su vida, como el personaje que creara en un paredón en el barrio 25 de mayo, sur de Rosario (2007), tenía el corazón en su lengua. Como muchas de las personas que admiramos, era cordial pero con un grado de timidez o por su humildad, que lo llevaban a evitar en lo posible ser reconocido. Solo lo hacía detenerse y darte el gusto de entablar un pequeño diálogo, si le decías que eras canaya. Cierta vez quería obsequiarle a mi sobrino una camiseta firmada por El Negro pero, ya estaba saliendo del stand de Ediciones de La Flor (del también extraordinario Daniel Divinsky), en la Ferias del Libro en Buenos Aires. no me dejó más remedio que decirle que si no me firmaba la camiseta -obviamente de Rosario Central-, corría peligro de que se hiciera Leproso. Fue lo suficiente para que se frenara en seco, me autografiara el pedido, y en una corta plática, me dijera que conocía Ezeiza porque cuando Divinsky lo convencía de venir a Buenos Aires (odiaba venir), iba a El Ombú (Tristán Suárez), en donde su editor y su socia y pareja
Ana María "Kuki" Miler, tenían casa.
En el 2004 fue uno de los expositores en el III Congreso Internacional de Lengua Española, en donde participó con su ponencia sobre “Las malas palabras”. Con su enorme ironía y humor, preguntó: “¿Por qué son malas las palabras? ¿Les pegan a las otras? ¿Son malas porque son de mala calidad?”, logrando interminables aplausos y carcajadas.
Fue distinguido con múltiples premios, como los Konex o la Mención de Honor “Domingo Faustino Sarmiento” que le otorgara el Senado. Las necrológicas nos dicen que falleció en su querida Rosario, a los 62 años, el 19 de julio de 2007. Pero no murió, siempre nos arranca ramilletes de sonrisas.

Juan Carlos Ramirez Leiva
(Rosarino, canaya)

De regalo:
- ¡Mire esta vaca, Serafín! Musa inspiradora de miles de composiciones escolares... ¡Y ahora es acusada de traficante de colesterol por el naturismo apátrida! Nos da su leche, su carne, su cuero. ¡Lo quiero ver a usté haciéndose una campera de zapayitos!


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