domingo, 5 de octubre de 2008

Comentarios

Mirta dijo...
Es interesante lo que escribís Juan, sòlo que tiene muchos recortes. Yo tomo el que corresponde a la educación y los educadores. Los efectos que se le asignan a los adolescentes, también lo padecen los docentes. La vulnerabilidad no es un signo de este tiempo, pero sí la forma en que cada uno necesita hacer público su malestar. Los videos, blogs, diarios, y otros, son un complemento a las histéricas manifestaciones de lo que sucede dentro de un aula, en la puerta de la escuela, en el patio de la escuela, en los EOE, en las direcciones. Todos quieren ser comprendidos en SU lógica, y aceptados sin confrontación. Si algo estamos aún elaborando es la discusión, la exposición de ideas y la profundidad del pensamiento compartido. Y lo estamos recuperando después de 30000 muertos. Nada menos.

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