sábado, 30 de diciembre de 2023

Sabidurías





No supimos enseñar los encantos de vivir con y en el otro. La inmediatez, la necesidad de la satisfacción inmediata, el mostrarse feliz por la materialidad lograda, los deja vacío por dentro.
Pretendemos llenar una botella echándole el líquido afuera, se vive vacío por dentro.


′′ Tu abuelo me propuso matrimonio con un caramelo. No teníamos nada, se arrodilló y me dijo: ′′No tengo nada ahora, solo un caramelo, pero si quieres podemos construirlo todo juntos ".
Y tú?
′′ Abrí el caramelo, lo dividí en dos y lo comimos. Desde ese momento dividimos y compartimos todo. Nos caímos, nos levantamos y construimos todo junto. Hemos vivido momentos difíciles, de cansancio, pero siempre hemos estado el uno para el otro. Hasta el último ′′
′′ Otros tiempos, abuela ′′
′′ El tiempo no cambia la forma de amar. Lo que ha cambiado es que ya no tienes ejemplos bonitos a seguir. Ahora le temen a todo. No se casan por miedo a no poder construir. En cuanto pelean se dejan porque luego creen que van a encontrar uno mejor. Siempre buscan la perfección, como si existiera. Extrañan la percepción de la realidad. De la felicidad en las pequeñas cosas. 
Hacen esta gran demostración, anillos de miles de dólares, un video exagerado para las propuestas de matrimonio y luego se pierden el momento. Esa cosa íntima que guardas en dos, solo en dos para toda la vida.
Esto es lo que les falta. El coraje de vivir la vida y el amor por lo que son y no por como lo imaginan.
Un caramelo y 71 años juntos."

El texto, autoría de Eduardo López, fue tomado del muro de Leopoldo Cruz.

Introducción: 
Juan Carlos Ramirez Leiva

viernes, 17 de noviembre de 2023

Una síntesis de “La conjura de los necios”, de John Kennedy Toole

Ignatius Reilly usa gorra de cazador sobre su cabeza, una especie de globo carnoso. Es un ideólogo vividor, holgazán que desprecia a todo el mundo: homosexuales, heterosexuales, protestantes, católicos y en cuestiones de trabajos es un desastre. Define a la ciudad como famosa por sus jugadores, prostitutas, exhibicionistas, anticristos, alcohólicos, sodomitas, drogadictos, fetichistas, onanistas, pornógrafos, estafadores, mujerzuelas, por la gente que tira la basura a la calle, por sus lesbianas, e impunes sobornables. Sostiene que en la Edad Media se habría gozado de orden, tranquilidad, y unicidad con Dios; luego la Humanidad, cayó. Ignatius no apoya al Papa porque no se ajusta a su idea y, en un pasaje, le recrimina a su madre el que le este “estropeando el éxtasis religioso”.
Cuenta que, en su paso por la universidad, se creó “un comité para exigir que él corrigiese, puntuase y devolviere ensayos y exámenes” y que, armaron una manifestación ante su ventana, por donde tiró sobre sus cabezas “todos aquellos papeluchos, sin corregir”, agregando que: “La universidad era demasiado mezquina para aceptar aquel acto de desafío al abismo de la academia contemporánea.” También les dijo a los estudiantes “que, en bien del futuro de la humanidad, esperaba que todos fueran estériles”
En un altercado con un policía lo llama comunista, tras lo cual su mamá se preguntaba si se debería rezar “por un comunista”. Decide solicitar ayuda por carta para que medien con la asociación de derechos civiles ante el supuesto atropello policial pero no da pruebas e incluso afirmo que se había roto las dos muñecas con lo que la destinataria, su novia (cree que Ignatius necesita sexo), le recuerda que el nunca sale de su cuarto y que la fantasía de la detención tiene rasgos paranoicos clásicos, que Freud relacionaba la paranoia con las tendencias homosexuales aunque, sabe de su rigurosa oposición a la sexualidad de todo género. Ignatius se limita a gritarle: “¡Marrana!”. Solía pedirle a la novia que se cubriera con la pollera, que saliera de su cama e incluso la vecina le escucho decir: «Cómo te atreves. Soy virgen». Su hostilidad le era atribuida a sus fracasos e impotencia, y vociferando insultos como que a esa mujerzuela “habría que empalarla con el miembro de un garañón especialmente bien dotado”
Alguien le sugirió “organizar una estructura de partido” para “salvar el mundo”, a lo que respondió: “No hay tiempo que perder. El apocalipsis está muy próximo.” Entre las frases del candidato elegido encontramos: “La mayoría de los necios no entienden mi visión del mundo”. Ignatius responde; “Bajo tu fachada ofensiva y vulgarmente afeminada”, puede haber una especie de alma. Recomienda leer a “los últimos romanos, incluido Boecio”, profundizar en la Alta Edad Media, dejar de lado el Renacimiento y la Ilustración por ser propaganda peligrosa igual que los Románticos y Victorianos. Para la actualidad le recomendó leer Batman.
El candidato solo parece preocupado por presentar disfraces, ya que los políticos siempre dan la mano a mongoloides con atavíos étnicos y nativos. Los disfraces no pueden ser femenino pues provocaría irritación entre los votantes rurales.
Ignatius dice: “Yo actuaré como una especie de mentor y guía del movimiento, pues mis conocimientos, nada desdeñables, de la historia del mundo, la economía, la religión y la estrategia política constituirán una reserva, … En mi cerebro se desarrolla un debate ardoroso entre el Pragmatismo y la Moral.”
En su mundo tan especial, recrimina a su madre el que quiera volver a formar pareja, afirmando que el pretendiente: “Después de que se cansara de ti, probablemente centraría sus atenciones depravadas en mí. Cuando pienso en mi querido padre muerto, que aún no se ha enfriado en la tumba” (murmuró Ignatius fingiendo enjugarse lágrimas). La madre le recuerda que murió hace veinte años, a lo que responde Ignatius: Veintiuno.
Ese Ignatius era un buen chico hasta que se le murió su perro. Colocó sus restos en el living con flores y fue a ver un sacerdote a quien pidió que fuese a decirle oraciones al perro en su funeral. Como el sacerdote se negó llamó a dos docenas de amigos y colocó una cruz, se puso una capa grande, como Superman, y encendió muchas velas.

Por: Juan Carlos Ramirez Leiva

viernes, 25 de agosto de 2023

El día después

10 de diciembre 2023. Por fin nos liberamos, seremos libres. En el salón blanco un poster de los Rolling Stone junto a una foto de Pluto, los nuevos próceres de los tiempos que se inician. En la plaza otrora llamada de Mayo ahora de los Libertarios, multitudes vestidos de rosa porque salieron de ver Barbie, otros vestidos como a fines del siglo XIX pues se volverá a tiempos gloriosos. 
Con  iphones comprados con sueldos de un año de trabajo, iluminan con sus linternas en son de festejo. No pueden cantar la Bersuit y el himno pasó a ser representante del Estado destructor, solo gritan a voz en cuello, LIBERTAD, CARAJO! Por suerte no está el mal gusto del olor a choripán ni los bombos. Esto si que muestra la Nueva Era.

Cuando el nuevo líder aparece en el balcón con los primeros damos de cuatro patas, todos al unísono corean ¡¡¡¡guau!!!!! Nadie se quiere perder los primeros anuncios: el nuevo líder, ya sin los gritos que lo llevaron al balcón, lanza sus primeras medidas: A partir del 11 de diciembre el dinero que tienen hoy en sus bolsillos servirá para jugar al estanciero; no hay empresas hoy pero con mi plan, estarán en 35 años, por lo tanto deberán tener paciencia. Para que el Estado vuelva a tener superávit, se suprimirán los ministerios y toda ayuda social, tendrán que pagar por la escuela de sus hijos y por sus propias carreras, además, a esos grupos flojos que se están desmayando en el ala izquierda de la plaza, si no tienen al día el seguro médico ahí, los dejan luego pasarán los camiones de la basura. A los mayores de 60 que no sean mantenidos por sus familiares tendrán a disposición acondicionadas cámaras de gas que podrán ser utilizadas pagando la tarifa correspondiente.
Ahora los 10 que aun permanecen de pie, porque los papás les han dejado herencia para los próximos 35 años, los invito a elegir todos los cargos disponibles. Eso si, deberán buscar sponsors el Estado no paga sueldos.
Hay un 60 por ciento de la población que se lanza sobre la otrora casa Rosada, ahora llamada White House de juguete, pero no teman mis valientes: con los poderes de mis super perris e ignorándolos, bloqueándolos en Instagram, desaparecerán. Robespierre dix it.

Dra. Cristina Romano .

Que sociedad legaremos a nuestros nietos

Tras pasar un hermoso domingo, regresábamos a nuestra casa cuando nuestro coche fue embestido por un vehículo que se desplazaba descontroladamente en la ciudad de Chascomús. Los vecinos testigos coincidieron que eran muy jóvenes, probablemente menores, quienes huyeron con el vehículo deteriorado y una rueda muy afectada.
El tema no solo es la irresponsabilidad de los jóvenes que actuaron con una conducta homicida, el tema es la conducta de sus mayores. No les llamo la atención de que chocarán, no tenían datos para salvar responsabilidades, no se acercaron a la esquina en cuestión. Solo, hasta este momento al menos, se han limitado a proteger su irresponsabilidad, su patrimonio, su anonimato y cobarde huida. 
Me pregunto: Qué hijos estamos criando? Qué clase de adultos somos? Qué humanidad estamos construyendo? Las sociedades no se suicidan, rápidamente los vecinos nos asistieron, nos dieron los datos de la patente y características de los que huyeron pasando por un domo y en dirección al centro. La policía no nos tomo denuncia presencial, no pudimos convencerlos que un incidente se había producido y por eso ellos estaban allí. No les intereso el relato de los vecinos que afirmaron sobre la posible minoridad de los huidores. Tuvimos que hacer la denuncia de modo virtual y hasta el lunes, no habían efectuado investigación alguna porque no había esa novedad en el libro de guardia pese a que la oficial reconoció de mutus propio que sabía que me habían trasladado al hospital oportunamente (¡Gracias Hospital de Chascomús!). 
Nos sentimos desamparados. Tenemos que redoblar los esfuerzos para salir de la anomia y de la falta de cumplimiento de las normas existentes. Sin embargo y sintiéndome muy apesadumbrado, creo que el mayor problema es cómo estamos actuando como mayores, que sociedad legaremos a nuestros nietos. 

Juan Carlos Ramirez