martes, 22 de marzo de 2022

Eduardo Alberto Duhalde

Serie: Los protagonistas de siempre

Eduardo Alberto Duhalde inició su militancia en el Sindicato de Empleados Municipales como delegado, luego como Secretario Administrativo, a la par que se desempeñaba en la oficina de Asuntos Legales. Se afilio al Partido Justicialista y en pocos meses consiguió la confianza de los principales dirigentes de las 62 Organizaciones local, en donde se destacaba Lorenzo Miguel, vecino temporario de Villa Guillermina (J. M. Ezeiza).
Fu
e Rodolfo illescas, Secretario Gremial de la regional CGT y 62 Organizaciones Peronistas (la derecha sindical), quien postuló a Duhalde como concejal. En las elecciones de 1973, fueron elegidos Pablo Turner (de La Tendencia) como primer concejal, quedando como segundo concejal el recién recibido de abogado, Eduardo Alberto Duhalde, mientras que fue electo Intendente de Lomas de Zamora, Ricardo Ortíz, todos del Frente Justicialista de Liberación (FreJuLi). Ortíz fue desplazado a los ocho meses de gestión por irregularidades en su gestión, siendo reemplazado por P. Turner (tenía por compadre a Raimundo Ongaro y al líder del “Cordobazo”, Agustín Tosco).
La
 intendencia de Turner no llegó al año, jaqueado por maniobras de las autoridades del gremio de municipales (línea ortodoxa) del peronismo, cuyo abogado era Duhalde. El CD votó la suspensión del intendente y su reemplazo por el presidente del CD Eduardo Duhalde, apoyado por el Sindicato de Municipales y la Iglesia, y el golpista gobernador V. Calabró.
E
l 21 de marzo de 1975 se produjo un hecho que junto a otros similares serían un anticipo de las tragedias que vendrían con la llegada de la dictadura cívico eclesiástica militar, cuando más de 400 ciudadanos en Lomas de Zamora fueron víctimas del terrorismo de estado: “La masacre de Pasco”.


A un mes de ocurrida, la Juventud Peronista organizó un acto relámpago en la intersección de las calles Pasco y Salta. Arrojan volantes en donde denuncian el hecho. En el volante denuncian a la Comisaría Nº 1 de Lomas de Zamora, responsabilizan al intendente Duhalde por fomentar desde la municipalidad la aparición de grupos parapoliciales. Durante el gobierno de Duhalde se produjeron la mayor cantidad de encarcelamientos y asesinatos a militantes en la historia de L. de Zamora. El 17 de octubre de 1975, el Día de la Lealtad, Duhalde organiza y preside la columna que parte desde la plaza de Lomas, ya que hablaría Isabel de Perón. La columna ingreso a la Plaza de Mayo cantando:” A la lata al latero, queremos la cabeza de los jefes montoneros”. Repetiría la historia con la “Masacre de Avellaneda”.

Juan Carlos Ramirez Leiva

La Masacre de Pasco

El 21 de marzo de 1975 a las 21.30 hs., ocho vehículos, varios Ford Falcón (de color gris y otros negros), y algunos Torino blancos, llegaron a Donato Álvarez a metros de la Avenida Pasco (barrio San José, Temperley). Algunos llevaban balizas iguales a las utilizadas por la policía, otros traían valijas sobre el portaequipaje. Bajaron entre quince y veinte personas de civil con capuchas negras, aunque uno llevaba una máscara de carnaval y otros dos la cara descubierta.
Sobre D. Álvarez funcionaba el bar y almacén El Recreo y allí irrumpieron violentamente los encapuchados preguntando por Lencina, el mozo Luís Ortiz respondió que el concejal no estaba allí, y la reacción fue con ráfagas de ametralladoras sobre las paredes, el mostrador, la estantería y la heladera, mientras rompían mesas y sillas. Robaron relojes, dinero y objetos de valor a los presentes, y según el parte policial, se robaron un colectivo.
Héctor Lencina, Coca Rapari, y Alejandro, el hijo de ambos vivían en Donato Álvarez 47, justo al lado del bar. Héctor había invitado a Aníbal Benítez y a su esposa Gloria a cenar en su casa y mirar un partido de futbol. El matrimonio llevó a la bebita de ambos, recién nacida, también se encontraba Cristina Rapari en tanto Coca se encontraba ausente. La velada fue interrumpida por hombres con máscaras que se apoderaron del edil y de Aníbal Benítez, introduciéndolos en uno de los autos, mientras otros destruyeron el lugar arrojando bombas incendiarias.
La patota de la Triple A continuó hacia Pasco al 4600, domicilio de la vice presidenta del Concejo Deliberante Irma Santa Cruz en donde los parapoliciales destruyeron puertas y ventanas, se llevaron documentación y objetos de valor y capturaron a Héctor Flores, ex-secretario de Irma Santa Cruz, quien militaba en el barrio Los Pinos de Llavallol. Los terroristas continuaron a una casa ubicada entre las calles Lules y El Hornero, secuestrando a los hermanos Alfredo Díaz y Rubén Eduardo Díaz de 18 y 16 años, respectivamente; también introdujeron en los vehículos a Pedro Rubén Maguna y Germán Gómez. Los vecinos contaron que Germán gritó:” Eras vos, flaco hijo de puta…. Bajen a los pibes que no tienen nada que ver”. Aparentemente se refería a un soplón de apellido Salazar que trabajaba en la Comisaría 1era de Lanús. Los vecinos de Salazar relataron a los Díaz que cada vez que el policía se peleaba con su mujer, ella le gritaba: “Asesino, hiciste matar a los Díaz”. Se cree que Alfredo y Eduardo reconocieron a alguien, por eso los secuestraron.
Al lado de la casa de Germán vivía Rubén “Cacho” Maguna, quien probablemente fue confundido con un tal Chacho; Rubén no resistió el maltrato que ejercían sobre su esposa embarazada, reaccionó y los encapuchados se lo llevaron. A continuación, fueron a la calle Amenedo al 3900 casi esquina Santiago del Estero (barrio San José; Mármol, partido de Almirante Brown), en donde vivía Guillermo Omar Caferatta con Gladys Martínez (21 años). Omar no se encontraba porque había viajado a Australia, pero Gladys fue baleada y rematada y su cadáver fue hallado sobre la cama junto a dos artefactos explosivos que no estallaron.
La caravana llegó hasta Santiago del Estero y Sánchez, en donde los siete secuestrados fueron bajados a empujones y obligados a arrodillarse. Uno de ellos pidió que, si lo tenían que matar lo hicieran de pie, mientras otro gritó: “Viva la patria”. Los balearon y colocaron los cuerpos juntos e hicieron estallar dos granadas que al detonar hicieron volar los cuerpos, arrojando a gran distancia a varios de los cadáveres horriblemente mutilados. La carga habría sido colocada junto al cuerpo del concejal Lencina, ya que éste apareció horrorosamente mutilado. Su cuerpo, al ser proyectado hacia arriba cayó sobre un cable eléctrico provocando un corte de energía en un amplio radio del lugar.
En la intersección de las calles Sánchez y Santiago del Estero yacía uno de los cuerpos, únicamente el tronco sin extremidades; a unos 40 metros y sobre la calle Canale, otro cuerpo presentaba únicamente la parte superior del tronco a unos 25 metros yacía un cuerpo completamente destrozado y diseminados por las inmediaciones se veían restos de extremidades de los cadáveres mencionados. Los cráteres producidos por los artefactos explosivos se veían sobre la calle de tierra y según los vecinos, la onda expansiva provocó la rotura de cristales y televisores hasta diez cuadras a la redonda. Los terroristas colocaron una bandera de 2 mts. de largo por 0,65 cm. de alto, de color blanca con la siguiente inscripción: “Fuimos Montoneros, fuimos del ERP” en aerosol rojo y una estrella de seis puntas.
Esa noche, Carola, una vecina se acercó hasta la casa de Caferatta temiendo encontrar entre las víctimas a alguno de sus hermanos. La vio a Gladys sin vida, y también el cuerpo de un joven alto de pelo ondulado tirado al lado de la heladera. Nunca supo de quién se trataba, ni siquiera los diarios registraron el nombre de esa persona. Se conjetura que fue alguien que busco allí refugio, pero lo agarraron en la casa.
Alrededor de las 11 hs. del día siguiente culminó la tarea de recoger los despojos, los que fueron trasladados a la Morgue Judicial de Avellaneda. Todo el perímetro fue vallado por la policía. Aquello era una montaña de restos humanos, pedazos de ropa desperdigados. Todos los 21 de marzo, en el cementerio de Lomas se recuerda a las víctimas de la Masacre de Pasco y a los más de cuatrocientos asesinados por el Terrorismo de Estado en Lomas de Zamora.

Juan Carlos Ramirez Leiva

Fuentes:
Rodriguez Heidecker, Patricia Miriam. La masacre de Pasco
Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires
Concejo Deliberante de Lomas de Zamora
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