sábado, 30 de diciembre de 2023

Sabidurías





No supimos enseñar los encantos de vivir con y en el otro. La inmediatez, la necesidad de la satisfacción inmediata, el mostrarse feliz por la materialidad lograda, los deja vacío por dentro.
Pretendemos llenar una botella echándole el líquido afuera, se vive vacío por dentro.


′′ Tu abuelo me propuso matrimonio con un caramelo. No teníamos nada, se arrodilló y me dijo: ′′No tengo nada ahora, solo un caramelo, pero si quieres podemos construirlo todo juntos ".
Y tú?
′′ Abrí el caramelo, lo dividí en dos y lo comimos. Desde ese momento dividimos y compartimos todo. Nos caímos, nos levantamos y construimos todo junto. Hemos vivido momentos difíciles, de cansancio, pero siempre hemos estado el uno para el otro. Hasta el último ′′
′′ Otros tiempos, abuela ′′
′′ El tiempo no cambia la forma de amar. Lo que ha cambiado es que ya no tienes ejemplos bonitos a seguir. Ahora le temen a todo. No se casan por miedo a no poder construir. En cuanto pelean se dejan porque luego creen que van a encontrar uno mejor. Siempre buscan la perfección, como si existiera. Extrañan la percepción de la realidad. De la felicidad en las pequeñas cosas. 
Hacen esta gran demostración, anillos de miles de dólares, un video exagerado para las propuestas de matrimonio y luego se pierden el momento. Esa cosa íntima que guardas en dos, solo en dos para toda la vida.
Esto es lo que les falta. El coraje de vivir la vida y el amor por lo que son y no por como lo imaginan.
Un caramelo y 71 años juntos."

El texto, autoría de Eduardo López, fue tomado del muro de Leopoldo Cruz.

Introducción: 
Juan Carlos Ramirez Leiva