Hace unos días se dio un decreto en el cual
solo se oficializa que se denominará Día
del niño, en vez del Día de las niñez. Parece cuando menos, una cruel
burla.
Si bien es muy cierto que corresponde morfológicamente hablar de niño, concreto, y no de niñez porque eso pone la etapa etaria en una forma abstracta, vacía y sin una persona de carne y hueso dentro de tal sustantivo, la centralidad es que fue el único anuncio con respecto a los niños argentinos que dieron las autoridades en lo que va del año; al menos teniendo en cuenta que hay mas de un 50 por ciento de la población infantil bajo la línea de pobreza.
Si bien es muy cierto que corresponde morfológicamente hablar de niño, concreto, y no de niñez porque eso pone la etapa etaria en una forma abstracta, vacía y sin una persona de carne y hueso dentro de tal sustantivo, la centralidad es que fue el único anuncio con respecto a los niños argentinos que dieron las autoridades en lo que va del año; al menos teniendo en cuenta que hay mas de un 50 por ciento de la población infantil bajo la línea de pobreza.
Es como hasta paradójico que este año, el Día del niño coincida con el recuerdo
del General San Martín. Les propongo repasemos la vigencia de sus conocidas
máximas:
* Humanizar el carácter y hacerlo sensible aún con los insectos que nos perjudican*. Pareciera una quimera cuando un niño autista tuvo que lograr a través de una sentencia judicial que, nada más ni nada menos, el presidente tuviera que disculparse por su ofensa por sus expresiones.
* Inspirarla amor a la verdad y odio a la mentira*. Se habla que las tasas de pobreza caen mientras aumenta el desempleo en los padres de los niños. Las cuentas no son difíciles.
* Inspirarla gran confianza y amistad pero uniendo el respeto*. Cómo enseñar este principio en las escuelas, cuando los insultos son tweets oficiales presidenciales.
* Estimular en Mercedes la caridad con los pobres*. En un país con más del 50 por ciento de niños pobres, a sus padres que recogen cartones para llevar el sustento diario, se les imponen multas de tres salarios mínimos, condenándolos por tanto a la inanición, esperando ver el cadáver de esos niños por las veredas para corroborarlo.
*Respeto sobre la propiedad ajena* Este si parece tener vigencia, en el sentido que Eladia nos enseñó en Chiquilin de Bachin.
* Amor al aseo y desprecio al lujo*. No hay forma de que tenga vigencia en tiempos del Dios consumo.
Por:
Dra. Cristina Alejandra Romano.