La violencia crea más problemas sociales que los que
resuelve. Martin Luther King.
Las
últimas semanas nos encuentran envueltos en un manto de información y
premoniciones catastróficas. Se habla de inseguridad en todos los medios sin
reconocer que su origen, obviamente, se encuentra en la violencia: Violencia en
la televisión, en los juegos de la computadora, en internet; violencia verbal
entre dirigentes políticos, en las escuelas, en los bailes. Hay violencia
familiar, nos sobrepasa la violencia de género.
Es violencia no tener trabajo ni
dignidad, es violencia no tener una justicia justa y oportuna, es violencia
tener dirigentes, funcionarios, empresarios, empleados, jueces o policías
indolentes, o lo que es peor corruptos. Es violencia no tener sueños ni proyectos,
sobre todas las cosas, es violencia no tener futuro o un por qué.
Un estudio de UNICEF sobre la violencia contra los niños y niñas la define como el uso deliberado de fuerza o poderío físico, real o en forma de amenaza, que tenga o pueda tener como resultado lesiones, daños psicológicos, un desarrollo deficiente, privaciones o incluso la muerte.Les
decimos a los jóvenes que es bueno trabajar y esforzarse, y por otro lado los
ídolos mediáticos que festejamos son los que realizan carreras meteóricas hacia
el estrellato y la riqueza, basadas en escándalos. Pretendemos “alejarlos de la
droga” mientras que en muchos hogares existe el alcoholismo como la menor de
las adicciones, es común la falta de respeto y hasta violencia física en forma
cotidiana. Quienes deberían amar y cuidar no lo hacen. Padres que no saben ni
dónde ni con quién están sus hijos durante la noche, todas las noches.
Deberíamos
recordar la propia crisis vivida a principios de siglo, y capitalizarla como
una experiencia de aprendizaje. Habíamos llegado a un fondo que nunca habíamos
imaginado que pudiera existir. Salimos porque la mayoría de nosotros puso el
hombro y lo mejor de sí, pero fundamentalmente porque no perdimos la fe. Y
contra todos los prejuicios y las predicciones, salimos adelante.
Ahora es el
turno de nuestros chicos, los que nos están mirando todo el tiempo. La educación social es el principio para erradicar la violencia.
Juan
Carlos Ramirez Leiva
(Nota sobre
un texto de la Escribana María Amelia López de Militelli, del año 2009)
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