Las
atrocidades que presenció durante los enfrentamientos religiosos, llevaron a
que este teólogo protestante, humanista, comprometido y testigo de las miserias
de su época, lo llevaran a pensar que la única salida se encontraba en darles
una nueva educación a los niños. Deseaba que todos tuvieran acceso a la
educación, el camino para convertirse en hombres de buena voluntad que sólo
aspirarían a la paz.
Comenius
propuso estimular capacidades que conduzcan a justos razonamientos. La primera etapa consistiría en la adquisición
del lenguaje y aunque no descuido el latín, puso énfasis en la lengua materna.
Inventó el libro escolar ilustrado en 1653; su Orbis pictus sensuali (El mundo visible en dibujos), se editó hasta
1845.
Retomó
conceptos planteados por Rabelais un siglo antes, insistió en la diversidad del
saber, y estableció un método pedagógico sintetizado en un decálogo. Reclamaba
escuelas en todas partes, las que debían adaptarse al bienestar y a la salud
del niño; prohibía los castigos corporales, y no se tendría en cuenta el origen
del niño, ya que su pedagogía estaba inspirada en Dios, no podía haber
discriminación, concepto que abarcaba a las mujeres. En 1657 se publico en
Amsterdam, la primera edición integral de sus obras en latín, la Ópera
didáctica, en donde sentó las bases de la Ciencia de la Educación.
.El Humanismo
de Comenius se apoyaba en su fe y pretendía dar nacimiento a generaciones de
hombres capaces de despreciar el mal. Inventó la pedagogía. Falleció en
Amsterdam, en 1670; el historiador Jules Michelet lo consideró el Galileo de la
educación.
Pese a
pasaron más de cuatro siglos de su nacimiento, los diez preceptos de la pedagogía
de Comenius tienen vigencia. Tanta, que avergüenza que no lo hayamos podido
poner en práctica.
- Empezar a trabajar temprano antes que el espíritu sea corrompido (o levantarse temprano);
- Iniciar con una preparación del espíritu (o reflexionar, meditar);
- Ir de lo general a lo particular;
- Ir de lo fácil a lo difícil;
- Hacer los trabajos escolares menos pesados para todos;
- Avanzar lentamente en todo orden de cosas;
- Permitir al espíritu que haga lo que desee emprender por sí mismo en función de su edad y su método (retomado por el Maestro Iglesias);
- Empezar por darle sentido a todas las cosas (Maestro Iglesias);
- Y mostrar su utilidad inmediata;
- Siempre seguir un mismo método.
Por:
Juan Carlos Ramirez.