Don Ciriaco participó en la fraticida Guerra del Chaco, uno de los conflictos con mayores perdidas de vidas ya que la guerra causó la muerte de unas ciento veinte mil personas, muchos de ellos indios aymarás del altiplano boliviano no acostumbrados al llano bajo. Por parte de los paraguayos, la mayoría de los soldados eran indígenas guaraníes. El motivo principal del conflicto tuvo que ver con los intereses económicos de las grandes compañías petroleras, la Shell que operaba en Paraguay, y la Standard Oil con intereses en Bolivia. Ambas compañías se disputaban los presuntos yacimientos del Chaco, en una región cuyas fronteras políticas aún no estaban fijas. La guerra comenzó en 1930, aunque las diferencias ya estaban planteadas dos años antes. Desde 1932 y por tres años, los combates fueron feroces, incluso, a cuchillo.
El 12 de junio de 1935 el general Peñaranda, jefe del ejército boliviano y el general Estigarrabia, jefe del paraguayo, firmaron el alto el fuego y el 21 de julio de 1938 se firmó el Tratado de Paz en Buenos Aires. Entre las consecuencias se cuenta la creciente oposición a las petroleras en Bolivia, y la abolición del "pangaje", servidumbre indígena frente a los gamonales, a los terratenientes. De acuerdo al historiador Eduardo Montagut Contreras, en Paraguay el ejército adquirió un gran protagonismo con el golpe del coronel Rafael Franco, quien instauró un régimen autoritario y de intensísima represión. Cabe recordar que la llamada Carretera de la muerte en Bolivia, fue construida por prisioneros paraguayos.
Desde la Junta de Estudios Históricos del Distrito Ezeiza hacemos llegar este recuerdo para que las guerras sólo queden en el pasado, homenajeamos a nuestros hermanos latinoamericanos, y brindamos nuestros saludos al veterano Don Ciriaco, quien eligió nuestra comunidad para vivir.
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